El municipio emprenderá un plan para eliminar a las chaquetas amarillas

El programa fija un cronograma de acciones en el ejido entre los meses de octubre y mayo y la Subsecretaría de Protección Civil de Bariloche será la autoridad de aplicación.

Los concejales aprobaron por unanimidad el proyecto de la edil Julia Fernández (JSB), que crea un programa de concientización y reducción de inconvenientes generados por la chaqueta amarilla.

La propuesta sancionada por unanimidad en la sesión extraordinaria de ayer jueves, destaca que estos insectos implican un grave problema para actividades productivas como recreativas. “Cuanto mayor sea el número de nidos, reinas y obreras que logremos eliminar, mayor será la reducción de las poblaciones de este peligroso insecto”, se especificó.

Fernández agradeció la tarea de Maite Masciocchi y Andrés Martínez, biólogos del INTA Bariloche, quienes desde hace años están abocados al estudio de la avispa chaqueta amarilla, una especie invasora, sin depredador natural en la zona, que crece en población y afecta áreas productivas y recreativas.

El proyecto aprobado propone la creación de un programa de información y concientización sobre la chaqueta amarilla, para disminuir el impacto a través de campañas y charlas organizadas por Protección Civil, en las que se reforzarán las recomendaciones sobre las acciones que debe implementar la comunidad para controlar la población.

Las estrategias de control difieren según la época del año: entre diciembre y abril debe colocarse trampas para las obreras y eliminar nidos, ya sea con combustible o insecticida en polvo. De febrero a abril, se trata de aniquilar a las obreras a través de una botella con carne que funciona como trampa. Entre abril y mayo, se intenta matar a las futuras reinas a través de la eliminación mecánica. De octubre a diciembre, se eliminan las reinas fundadoras también con la eliminación mecánica.

La población se redujo considerablemente con la erupción del Cordón Caulle Puyehue, pero se registró un fuerte repunte en los últimos años, por lo que resulta prudente iniciar una campaña sostenida para controlar la especie exótica que se estableció en la zona en 1980, argumenta el documento aprobado.

Diego Llorente