20/05/2019

El balance del Campus Nacional de Taekwondo fue muy satisfactorio

Susana Alegría
El balance del Campus Nacional de Taekwondo fue muy satisfactorio
Los que participaron del Campus Nacional durante cinco días consecutivos.
Los que participaron del Campus Nacional durante cinco días consecutivos.

Del 13 al 18 de mayo se realizó en nuestra ciudad el Campus Nacional de Taekwondo, para el cual se reunieron participantes de distintas provincias argentinas.

La sede fue el flamante polideportivo del barrio Lera. La instancia de capacitación estuvo a cargo del DTN Jeovanni Baeza y fue fiscalizada por la Confederación Argentina de Taekwondo WT y el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD).

Se trata de uno de los diversos campus que se realizarán en el país, para ir sumando herramientas y experiencias con miras a lo que serán los Juegos Olímpicos Dakar 2022. Este encuentro fue posible gracias al trabajo articulado entre el Ministerio de Turismo, Cultura y deportes de Río Negro, la Federación Rionegrina de Taekwondo y las dos escuelas locales que se encargaron de la coordinación general.

Marcelo Colilaf es coordinador del Área Deportiva de dicha federación y tiene a su cargo la Escuela de Taekwondo Competitivo Koguryo. En diálogo con El Cordillerano dio su punto de vista con respecto a las tareas llevadas a cabo durante los cinco días del Campus.

“Se van a seguir realizando en diferentes partes del país, siempre dictados por el encargado del programa, Jeovanni Baeza, y supervisados por el ENARD”, explicó Colilaf.

Es la primera vez que se hace un torneo nacional de esta magnitud en nuestra ciudad, “hemos tenido otros más chicos para que vayan entrenando y viendo los niveles de sus pares”.

Era solo para la categoría 2005 y 2006, entrando como reserva los de 2004 y 2007, “por las dudas que a último momento se cambien las fechas como el Comité Olímpico lo ha hecho algunas veces con el judo”, comentó.

Fueron aproximadamente 70 los jóvenes participantes, contando a los de ciudades rionegrinas, además de los de Córdoba, Salta, Comodoro Rivadavia y La Plata. En realidad cada deportista intenta ir a la mayor cantidad posible de campus porque eso va elevando su potencial y se van fogueando con respecto a la competición.

Las actividades se desarrollaron de lunes a viernes, con prácticas, entrenamientos, trabajo con los profesores, charlas y un mini torneo de mediodía con un promedio de cuatro peleas cada chico. “Con pulsera y cabezal electrónico, lo último a nivel competitivo, para que se asemeje más con lo que se van a encontrar, de quedar seleccionados para Dakar 2022”.

Según Colilaf el nivel de los participantes del Campus fue muy bueno, “muchos de ellos ya han sido campeones nacionales y otros principiantes, eso fue muy positivo para todos, siempre después de algo así se nota un cambio en los entrenamientos, la motivación y en las ganas que le ponen con vistas al futuro”. Y detalló: “Se hizo un entrenamiento conjunto para nivelar y hacerlos crecer en bloque”.

La organización general estuvo a cargo de las escuelas locales Koguryo y de Zeus, y fue fiscalizado por la Federación Rionegrina. “El aporte de Provincia y del ENARD fue muy importante, el municipio colaboró con los albergues” detalló.

Además, se hizo un control a nivel personal con respecto a las medidas, peso y alimentación de cada chico.

“En mi escuela tenemos chicos que ya han competido a nivel nacional y hay otros que no ha tenido ni un solo torneo, porque se trabaja con todos los niveles, desde un cinturón blanco hasta uno negro”. Esto es con la mente puesta en que cualquiera de ellos tiene el tiempo suficiente para prepararse.

Colilaf es profesor desde el 2003 por lo que lleva 16 años dando clases, “con el tiempo uno va viendo quién tiene potencial o quiere llegar al nivel competitivo, pero eso no es lo importante porque el taekwondo es un trabajo social y deportivo”.

Sacar a los pibes de la calle, que mejoren sus conductas, que bajen de peso por una cuestión de salud, que aprendan a trabajar en equipo, son algunas de las metas principales, si de allí surgen potenciales y ganas para la competición, son acompañados en sus procesos.

“Eso es también lo interesante, trabajar con un grupo de chicos tan dispares, el que viene problemático modifica su comportamiento y cambia su estilo de vida, el deporte es un camino maravilloso”, recordó.

En Koguryo cuentan con 80 alumnos y funcionan de manera semanal en el edificio de la junta vecinal del barrio Las Quintas, en Onelli y Brown.

Ya tienen los ojos puestos en dos campus próximos, el 26 de junio en Córdoba y en agosto en San Luis, donde los jóvenes barilochenses van a intentar estar presentes, para lo cual deben reunir los fondos necesarios. “Es bastante dinero porque la organización solo nos da el alojamiento y una vianda, el resto lo tenemos que pagar nosotros”, contó.

El balance general del Campus arrojó ya una lista de posibles nombres, aunque esto es provisorio porque falta mucho camino por andar hasta el 2022, “hay un grupo elegido pero ellos aún no lo saben para mantenerlos motivados a todos, hay tiempo y pueden mejorar mucho el nivel todavía”.

El año que viene se elegirán chicos de todos los campus del interior, allí se los empieza a foguear participando de torneos de otros países como Chile, México o Brasil, “serán diferentes grupitos de 15 o 20, eso sería solventado por el ENARD”.

Es un trabajo de hormiga que poco a poco va rindiendo sus frutos, al Dakar 2022 irán alrededor de seis, “no es importante que lleguen sino que vivan todo el proceso, un crecimiento muy grande para cada uno, el año pasado tuvimos a mi hermana participando y en la última fase quedó afuera, fue a México, Canadá y Bolivia, esa experiencia es única e irrepetible”, ejemplificó.

No hay un tope de edad para el taekwondo, sí para la competición que va acorde a los límites del cuerpo de cada uno, y con respecto a la edad inicial, ya desde los tres años pueden empezar a aprender.

Esta clase de eventos son de gran valor para los chicos, porque les abre una puerta al mundo, solo deben poner de su parte esfuerzo, dedicación y trabajo para lograrlo. “Ahora el taekwondo tiene más proyección a nivel internacional y eso lo vamos aprovechando”.

El deporte mejora la calidad de vida y este deporte con metas sociales, es un claro ejemplo que se da en diferentes escuelas de nuestra ciudad. “Es un apoyo a nivel educativo, se aprende disciplina, saber ubicarse y comportarse en diferentes ámbitos, el taekwondo da seguridad y confianza en uno mismo”, finalizó Colilaf, basándose en su propia experiencia.

Susana Alegría

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