13/03/2019

Grays es alérgica a los gatos, pero cuida a 49 en su casa

Susana Alegría
Grays es alérgica a los gatos, pero cuida a 49 en su casa
Parte de la Brigada Gatuna.
Parte de la Brigada Gatuna.

Es sabido el amor que muchas personas sienten por sus mascotas, tanto perros como gatos, pero no son tantas las que amplían su amor un poco más allá, dedicando tiempo, dinero y esfuerzo para otros animales que no son parte de su familia.

Lo sorprendente es cuando una persona se entrega de manera total al cuidado, aún poniendo en juego su salud, como es el caso de Grays Ñancufil, quien siendo alérgica a los felinos, debe inyectarse permanentemente porque en su hogar tiene nada más ni nada menos que 49 gatitos.

“Hace 27 años que rescato gatos, pero hace casi tres años aparecieron amigos que me acompañan y hacen más llevadero el día a día”, dijo. Son siete quienes le dan una mano para llevarlos a castrar, darles atención veterinaria y lo más necesario, hacer una vaquita para comprar permanentemente los bolsones de alimentos y piedras sanitarias.

Lady, Javie y Sonia, estuvieron presentes cuando El Cordillerano realizó la visita.

La comunidad no se plantea aún de manera abierta la problemática de los gatos sin dueños, quizás porque se piensa que no representa un peligro para las personas, como los perros que pueden atacarlas.

A diario almas maliciosas dejan abandonados a su suerte a las crías de sus gatas, dentro de cajas en alguna zanja o simplemente, aún con vida, en bolsas de residuos para que se lleve el camión recolector de basura.

Este grupo, Brigada Gatuna, se hace eco de cada situación e intenta dar contención, asumiendo los riesgos, gastos y tiempo que lleva, sacar adelante a un gato bebé, que no puede ser alimentado por su mamá.

“No tenemos muchos hogares de tránsito entonces mis compañeros tienen en sus casas los que pueden y yo me dejo el resto”. Lo más importante de grupo es que se dan fuerzas e impulsan, mutuamente, a seguir adelante, porque las tristezas y las angustias compartidas son más llevaderas.

“Llegan a diario, juegan con los gatitos, los pasean, acarician y eso no tiene precio”. Asimismo se ocupan de otros felinos que están en baldíos o casas abandonadas.

Dar en adopción a un gato no es tarea simple, porque es necesario tomar conciencia que decidir sumar un nuevo integrante a nuestras familias, conlleva un grado de compromiso muy grande, hacerlo castrar, darle alimento y vacunas. Cuando son bebés necesitan además una cuota grande de amor y paciencia, cosas que no siempre reciben, por eso si no se está dispuesto a brindar todo esto, quizás la solución sea, simplemente, regalar un peluche.

“Cuando nos piden uno empiezan los trabajos de averiguación, charlas y encuentros para ver si realmente van a cuidarlo, de todas maneras la tarea no termina ahí, dejamos anotada la fecha de entrega, llamamos para avisar que es momento de castrarlo o vacunarlo, si nos dejan, los visitamos periódicamente”, contó Grays.

Ella vive en su hogar con su pareja y sus hijas, al ingresar al lote ya se ve a los gatos y gatas de diferentes tamaños y colores, correteando entre la madera y los pastizales. En el interior de la vivienda, jaulas de distintos tamaños por todos los rincones, bandejas con piedritas y bolsas de alimentos.

Varios animales con discapacidades

Lo cotidiano es que ante la ternura y simpatía que despiertan cuando tienen tres o cuatro meses, los gatitos se regalen fácilmente, el problema es cuando ya son adultos. “Cuando piden uno grande es porque tienen ratas en sus casas y eso es relativo, es el olor del animalito el que las ahuyenta, pero hay un riesgo mayor de que se escapen o vuelvan a quedar a la deriva porque no prestan atención en sus cuidados”, comentó.

Grays entre esos 49 tiene casi la mitad con discapacidades y sabe que esos, prácticamente, nadie los querrá. “Que se lleven alguno así es una posibilidad en un millón” se lamentó.

La primera sensación al ver uno de estos gatitos es de enorme tristeza, pero a medida que avanza la charla y se los ve alimentarse y jugar de muy buen ánimo, los sentimientos se van transformando.

Una de las gatas usa pañales descartables porque no retiene la orina, mínimo cuatro veces al día, deben lavarla y cambiarla, otro no apoya sus patas traseras entonces con una pañoleta que le enganchan en la cadera, lo pasean por el patio.

También hay una gordita de pelaje hermoso, que nació con las patas delanteras dobladas hacia adentro y ahí anda por la vida, como si nada, jugando con sus hermanos del corazón.

A todos los fueron encontrando en ese estado, algunos que han perdido un ojo por el ataque de un perro o como el caso de otro, al que un grupito de chicos “jugando”, lo quemaron dejándolo tuerto. Atrocidades que puede cometer un ser humano tratando de ser resueltas con inmenso amor, una contrariedad de sentimientos.

Todo tiene un límite

El grupo está integrado por muy pocas personas que cubren de sus bolsillos todos los gastos, es por ello que quieren dejar en claro que no reciben gatos. “Mucha gente los encuentra abandonados y nos llama, sintiendo que ya cumplió con su parte de compromiso y no es así” explicó Grays.

De manera cotidiana también, le dejan cajas y bolsas con gatitos bebés o heridos y es imposible hacerse cargo de todo. “Piensan que somos una organización o fundación pero esto es la casa de mi familia, donde vivo con mis hijos y mi marido y eso no lo respetan”.

No tienen ninguna clase de subsidio ni de aporte económico, “yo por ejemplo en este momento, estoy en bancarrota” confesó Grays.

Hace 20 años que está casada, “mi marido es italiano y no hablaba castellano así que lo engañé, no sabía que yo me dedicaba a rescatar gatitos, cuando se enteró ya estaba enamorado”, dijo bromeando. Sus hijas también dedican su vida a los felinos, y el hombre de la casa, aunque dice no tener mucha afinidad, de todas maneras suele levantarse a la madrugada a dar alguna mamadera o cambiar pañales.

Cómo ayudar

Cuando vean en algún comercio una alcancía con el cartel Brigada Gatuna, hagan sus aportes por mínimos que sean, porque todo ayuda a que esta noble tarea siga adelante. Pueden comunicarse también por medio de Facebook con Grays Ñancufil, si desean convertirse en hogar de tránsito.

Personajes

Gotitas de Miel, Mármol y tantos otros a medida que se asoman, van siendo presentados y los integrantes del grupo nos cuentan las historias de los animales, cada uno con un pasado muy triste y un presente feliz. Tina tiene un temple muy particular, espíritu infinito de madre, entonces es a la que llevan cuando hay bebés escondidos a los cuales no pueden sacar. Ella los llama y en poco tiempo, logran rescatarlos y atenderlos.

Venta de empanadas

Este fin de semana realizarán una gran venta de empanadas veganas para reunir fondos destinados al cuidado y alimentación de los gatos. Los pedidos pueden realizarlos a los teléfonos 2944509748, 2944907200, 2944809751. El valor de la docena es de $280 la docena y $150 la ½ docena.

Susana Alegría

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