UNA TREMENDA HISTORIA FAMILIAR

| 15/02/2019

Ocho años de prisión por violar a su hermana: el otro fue eximido de pena

Mariano Colombo
Ocho años de prisión por violar a su hermana: el otro fue eximido de pena

Dos hermanos habían sido declarados autores penalmente responsables del delito de violación agravada en calidad de autor y partícipe necesario. Al momento de evaluar la pena, los jueces impusieron ocho años de prisión al mayor y eximieron de condena al segundo autor, que era menor de edad al momento del hecho.

Tienen 27 y 25 años, y transitaron una vida por demás difícil. Los jueces evaluaron especialmente sus condiciones socioambientales y que en la actualidad los dos lograron reencausar su vida formando familia, dedicándose al trabajo y forjando relaciones saludables con su entorno. El mayor de los hermanos, autor de la violación, fue condenado a ocho años de prisión, el otro, menor al momento del hecho, fue eximido de condena.

Los dos habían sido declarados autores penalmente responsables del delito de abuso sexual con acceso carnal, agravado por la relación de parentesco (hermanos) y convivencia para con la víctima, en calidad de autor y partícipe necesario, respectivamente. Al momento de los hechos, tendrían unos 19 y 17 años de edad, mientras que la pequeña sometida transitaba entre sus 10 y 11 años.

El tribunal, integrado por Héctor Leguizamón Pondal, Marcos Burgos e Ignacio Gandolfi, resolvió por unanimidad, en diciembre pasado, declarar la responsabilidad de los hermanos. Ahora realizaron la etapa de cesura para evaluar la pena que les correspondía por el hecho.

Los dos acusados cometieron el hecho en una fecha que no pudo establecerse con precisión, pero comprendida entre el año 2011 y el 22 de abril de 2012, cuando dentro del domicilio familiar, aprovecharon la circunstancia de haber quedado solos con la menor, para acometerla sexualmente.

La imputación confirmada por la sentencia, estableció que el hecho ocurrió un día de semana por la mañana, luego de que el padre saliera del domicilio a trabajar, dejando a la menor durmiendo y al cuidado de sus hermanos. Según se confirmó, ambos ingresaron al dormitorio de la niña y luego de atarla y amordazarla, la acometieron sexualmente.

En el pormenorizado análisis de la situación que los jueces realizaron para dictar la sentencia definitiva contra los acusados, se destaca que los mismos sufrieron en su adolescencia la muerte violenta de su padre y también una situación de abandono por parte de la madre, a quienes los profesionales que intervinieron en la atención de los menores evaluaron como perversa.

También consideraron la circunstancia de que el acusado por ser el autor de la violación atravesó una profunda etapa de abuso de estupefacientes y que pese a todos los trances que vivieron en su adolescencia, ninguno de los dos registra antecedentes y en la actualidad mantienen empleos estables, logrando una aceptable vinculación con compañeros, amigos y familia.

En ese sentido es de destacar que la forma final de la resolución de los jueces se ajustó casi en su totalidad a la petición efectuada por el fiscal Martín Govetto en el marco de su alegato. La única diferencia de la sentencia con la petición fiscal, radicó en el monto de pena para el mayor de los hermanos, para quien la fiscalía había pedido una condena de nueve años.

Trágicamente, la niña victimizada por sus hermanos también sufrió un abuso sexual por parte del padrastro, quien tiempo atrás también resultó condenado a la pena de diez años de prisión.

El padre de los involucrados murió asesinado a balazos en el frente del domicilio en donde ocurrieron las violaciones en abril de 2013. Dos hijos de la víctima y un amigo estaban en la calle cuando apareció un sujeto en una motocicleta, que se detuvo por una probable falla mecánica. Los jóvenes se rieron de la situación y el motociclista les apuntó con un arma de fuego y les robó los celulares.

Minutos después, el sujeto de la moto retornó al lugar con un grupo de cinco o seis jóvenes, entre los que se hallaba quien luego confesaría el crimen y sería condenado a diez años de prisión. Tras discusiones, intentos de robo y algunos disparos, el padre de los menores salió de su domicilio y gritó “¡Qué pasa!”, fue lo único que alcanzó a gritar porque recibió un proyectil que le atravesó el pulmón izquierdo y llegó hasta la vena cava. Murió apenas unos minutos después por la grave hemorragia interna. Tenía 46 años.

Los detalles del caso y la identidad de los dos acusados y otros protagonistas de la historia, se reserva con el objeto de resguardar la identidad de la víctima de los hechos. Rige al respecto la doble obligación legal de proteger a la víctima por su condición de menor al momento de los hechos y por la entidad y carácter de los delitos investigados.

Mariano Colombo

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