Apoyo a la enseñanza de Educación Sexual Integral

Como docentes del Programa Perspectiva de género en la formación docente, Consejo Directivo y Equipo directivo del Instituto de Formación Docente Continua de Bariloche, consideramos necesario manifestar nuestra preocupación ante la propagación de mensajes confusos que distorsionan los contenidos y sentidos de la Ley N° 26.150, sancionada en octubre de 2006, de Educación Sexual Integral. En su art. 1, dicha normativa establece que:

“Todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal. A los efectos de esta ley, entiéndase como educación sexual integral la que articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos”.

Es importante resaltar el carácter integral de su enseñanza dado que, para su implementación, es clave considerar la interrelación de cinco ejes conceptuales: Ejercer nuestros Derechos, Valorar la afectividad, Reconocer la perspectiva de género, Cuidar el cuerpo y la salud y Respetar la diversidad. Ese carácter integral permite abordar la ESI en forma transversal desde todas las disciplinas escolares.

La ESI se ha convertido en una herramienta muy importante para prevenir y detectar situaciones de abuso sexual infantil, desnaturalizar las diversas formas de violencia de género, revertir prácticas de discriminación y evitar embarazos no deseados, especialmente para aquellxs niñxs que no reciben en sus hogares o entornos cercanos información científica y jurídica amplia y actualizada, o no tienen ámbitos cuidados y confiables en los cuales hablar de lo que sienten, de lo que temen, o de lo que les pasa.

Por lo expresado anteriormente y considerando que lxs niñxs y adolescentes son sujetxs plenos de derecho (establecido en la Constitución de 1994), es necesario resaltar que tienen DERECHO a:

-Recibir Educación Sexual Integral en todos los niveles del sistema educativo,
-Conocer la información científicamente validada para poder cuidar su propio cuerpo y asumir conductas responsables y solidarias en relación a otrxs,
-Expresar sus emociones y sentimientos, y hablar de lo que les pasa en ámbitos públicos de cuidado,
-Habitar instituciones educativas en las que se respeten por igual los derechos de las infancias y jóvenes
-Vivir su identidad de género y su orientación sexual sin sufrir ningún tipo de discriminación,
-Contar con adultos responsables que puedan acompañarlxs y orientarlxs en la construcción de su sexualidad.

Es obligación del Estado garantizar esos derechos de niñxs y jóvenes, que deben primar por sobre las representaciones de las familias o los idearios particulares de las instituciones que lxs eduquen y es responsabilidad de lxs docentxs enseñar ESI.

En los doce años transcurridos desde que se sancionó la ley, se ha desarrollado material didáctico, documentos, textos de difusión, recursos audiovisuales, de carácter público y laico, elaborados por profesionales de diversas disciplinas, y las instituciones formadoras están habilitadas para brindar capacitación y espacios de difusión e intercambio de saberes y a dialogar en un marco respetuoso de los derechos de todos los seres humanos.

Consideramos que es preciso reconocer la perspectiva de género como un marco o enfoque teórico que cuenta con amplio respaldo académico para analizar las relaciones sociales, basadas en un orden patriarcal y capitalista, que han provocado profundas desigualdades y vulneraciones de derechos entre lxs sujetxs.

Apoyamos, asumimos y defendemos la ley 26.150, sus contenidos y sentidos; los derechos de la niñez y juventudes que establece esta y otras normativas y especialmente, el lugar privilegiado de las instituciones educativas para el abordaje de la ESI con perspectiva de género y desde un enfoque de respeto, defensa y ampliación de los derechos humanos, para construir entre todxs una sociedad más justa, igualitaria e inclusiva.