Sergio Benítez: “Usar cigarrillo electrónico es cambiar de adicción”

El neumonólogo Sergio Benítez aseguró que “de 100 personas que intentan dejar de fumar usando el cigarrillo electrónico, 80 quedan pegadas a su consumo”. El especialista aseguró que en Argentina la situación es potencialmente peligrosa.

Los dispositivos que comenzaron a verse más frecuentemente en el país, aparecieron en el mercado estadounidense aproximadamente en el 2004. Años después se conocieron casos de muerte vinculados a su uso, uno de ellos aconteció en Argentina recientemente.

El doctor, que se desempeña en el Instituto de Tecnologías Nucleares para la Salud (INTECNUS), conversó ayer con el equipo de “Tomátelo con calma” de El Cordillerano Radio, para informar sobre las afecciones que se presentan a raíz de este nuevo consumo.

Ante la consulta sobre si los cigarrillos electrónicos efectivamente ayudan a dejar de fumar, Benítez señaló que “teóricamente, las esencias que se usan tendrían una cantidad de nicotina que, al ir bajándose, desintoxicarían el tabaco fumado en cigarrillo”.

Sin embargo, desterró esta hipótesis con un dato alarmante: “lo cierto es que de 100 personas que intentan dejar de fumar, 80 quedan pegadas al cigarrillo electrónico. Las industrias del tabaco lo saben y por eso industrializan estos productos”, aseguró.

El especialista explicó que la gravedad del uso de estos dispositivos radica en el desconocimiento del tipo de sustancia que se está aspirando. “El cigarrillo calienta un material sin combustionar y eso se aspira. En Argentina esto no está regulado, entonces la persona no sabe qué aspira”. En el mismo sentido agregó que en países donde está regulado, como Estados Unidos, hay investigaciones que exponen que su consumo causa enfermedades pulmonares y extra pulmonares.

Respecto al conocimiento de casos de enfermedades vinculadas al uso de cigarrillo electrónico, Benítez aclaró que “Si son pocas personas las que usan el dispositivo, es probable que no veamos un impacto masivo. Sin embargo, cada vez son más quienes lo usan”.

El especialista contó que no se sabe en un 100% de qué manera afecta el uso de este dispositivo y comparó la situación con el reconocimiento social de lo perjudicial del consumo de cigarrillos de tabaco. “En el caso del tabaco, en el siglo XIX el cáncer de pulmón era raro, a principios del XX pasó a ser una epidemia y el estudio que demuestra que claramente hay una asociación entre el deterioro del pulmón del cigarrillo empezó en 1955 y terminó en 2005”.

Finalmente reconoció que “sin dudas hay una situación epidemiológica con el cigarrillo electrónico que genera daño” y recomendó a quienes quieran dejar de fumar que no utilicen este tipo de artefactos.