Tres años y medio de prisión por un robo armado y en banda

 

Cuatro sujetos habían intentado perpetrar un violento robo armado a un bar y restaurante ubicado a la altura del kilómetro 12 de la Avenida Bustillo, pero sólo uno fue apresado por la policía que llegó al lugar alertada por una empleada. Ahora se declaró culpable y aceptó ser condenado a tres años y seis meses de prisión.

 

Marcelo Martínez, se declaró culpable ante los jueces Marcos Burgos, Héctor Leguizamón Pondal y Gregor Joos y fue condenado a la pena de tres años y seis meses de prisión, en orden al delito de robo agravado por el uso de armas de fuego en grado de tentativa.

 

El hecho investigado ocurrió el 7 de enero pasado en horas de la madrugada en un comercio gastronómico ubicado en la zona Oeste de la ciudad. Hasta allí llegaron cuatro sujetos encapuchados y armados con intenciones de robo.

 

El acusado portaba una pistola calibre 9 milímetros, mientras que los otros tres individuos que lograron darse a la fuga portaban otras armas de fuego de similares características.

 

Tras irrumpir en el comercio, reducir y golpear a los empleados, los asaltantes comenzaron a recorrer las instalaciones y a recolectar elementos y dinero que formarían parte del botín. Sin embargo, una empleada del lugar se encontraba en una especie de sótano de la construcción, pudo dar aviso a la policía tras escuchar gritos y ruidos.

 

Así fue como un grupo de uniformados arribó al lugar y abortó las intenciones delictivas de la banda de asaltantes, que en rápida estampida se alejaron del lugar corriendo. Martínez, fue el único de los cuatro delincuentes en ser atrapado y el arma que portaba, fue la única recuperada.

 

Ante la evidencia y la acusación del fiscal adjunto Gernardo Miranda, en representación del fiscal Sergio Picheto, Martínez se declaró culpable admitiendo su participación en el hecho y aceptando la pena propuesta por la fiscalía. Su actitud fue respaldada por la defensora adjunta Paola Del Río, que también prestó consentimiento al acuerdo alcanzado.

 

Así, los jueces sólo tuvieron que homologar el acuerdo alcanzado y establecieron la condena para el sujeto.