11/01/2019

Cumplió cien años y vino a festejar con su familia a Bariloche

Cumplió cien años y vino a festejar con su familia a Bariloche

Los contrastes de la vida… el 11 de enero de 1919 la república temblaba bajo el horror de la “Semana Trágica”, y a la vez, como una flor que nace en medio del desierto, ese mismo sábado, muy cerca, en Rosario, el hogar de la familia Domínguez Paz recibía con alegría la llegada de la quinta de sus siete hijos, Nélida Emilia.

Todo parecía normal, habitual… la familia recibía el afecto de familiares y vecinos, un sinfín de augurios de una vida larga y feliz.

Nadie podría imaginar entonces que esa frágil y tierna niña sería testigo de los hechos más destacados de todo un siglo.

Poco tiempo más tarde la familia se mudaría a Buenos Aires, a esa ciudad sorprendente llena de emociones y novedades.

Pero pasaron los años Nelly crecía en el asombro de un siglo frenético, de novedades, de inventos, de sucesos que marcarían la historia de la humanidad:

La electricidad, el tranvía, la música…

La máquina de escribir, el teléfono… los automóviles.

Qué decir de los primeros aviones, de las tardes de lectura, entre libros del colegio y las fotonovelas impresas en blanco y negro antes, y a color después.

El cine, la radio y el más increíble de los inventos… la televisión.

Y el mundo se detuvo cuando el hombre puso los pies en la Luna…

Y todo iba tan rápido, también en la vida de Nelly, la llegada del amor, y el comienzo de una familia que formó con José Eduardo Doallo.

Así llegaron los hijos, Jorge y Marcela que le regalaron la felicidad de los nietos, Mariano, Verónica y Lucia.

Pero como la vida ha sido generosa con Nélida, también llegaron los bisnietos Felipe y Lisandro.

Y en un ratito nada más, el regalo de cumpleaños será la llegada de Joaquín su tercer biznieto.

Una vida como tantas y a la vez como ninguna, porque Dios besó en la frente a esa pequeña que nació en enero de 1919 y le regaló más de 100 años de vida.

Y si cumplir años tiene un sabor especial, emociones ampliadas, abrazos anhelados, llegar a los 100, para Nelly es un tiempo de gracia.

Por eso eligió un lugar que para ella tiene un significado especial: San Carlos de Bariloche.

Y rodeada por su familia cumplió su sueño, comenzó los festejos de sus 100 veranos en nuestra ciudad.

Y como es muy coqueta y está enterada de todas las novedades, se preparó para la ocasión trayendo tres valijas, para su ropa, sus zapatos y carteras.

Más de 100 veranos para recordar, miles de momentos para atesorar y un legado único para compartir con la familia, que en sus propias palabras es lo más importante del mundo.

¡Felices 100 años querida Nelly y muchas gracias por elegirnos!

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