Vuelve Moros en la Costa

Como invitado del ciclo, Riki Basevich decidió desempolvar la música de aquel trío que sonara durante los 90. Además, recorrerá temas de El Ojo, Rikustik y Bombay en una noche que no será retrospectiva pero…

Será un revival aunque puntual: para concretar su participación en el Ciclo Brújula, Riki Basevich decidió desempolvar la música de Moros en la Costa, banda que sonara en los escasos escenarios barilochenses de los 90. El fugaz retorno se concretará el sábado que viene desde las 21 en Salón Araucanía, pero se completará con una especie de recorrido por otras de las formaciones que animó y anima todavía, el inquieto guitarrista.

El músico destila felicidad. La iniciativa “se da en el contexto de Brújula, un ciclo que va por su edición número trece. Su propuesta es hacer algo que no estés haciendo ahora y por mi parte, hacía rato que un par de amigos, uno de ellos Jorge Coulin, me venían planteando que hiciera una retrospectiva. Yo estaba muy caliente con lo que estaba haciendo (Bombay), no tenía ganas de una retrospectiva o de volver al pasado, hasta que encontré el disco de Moros en la Costa (risas)”.

El hallazgo modificó el curso de los acontecimientos. “Es bastante casero pero suena sorprendentemente bien, para estar hecho en los 90 con una computadora en una casa”, recordó Basevich. “En su momento, Moros fue una propuesta distinta porque era una mezcla de jazz y rock que trataba de no ser jazz rock, por eso el espectáculo se llamó Jazz & Roll. También tuvo evoluciones pero al final éramos un trío con Coulin, Roy Steiner y yo”.

Para el concierto del sábado, “Roy va a seguir en la batería pero el bajo lo va a tocar Javier Trincheri porque Coulin está en México, hace ocho o nueve años. Esa fue la idea, la vuelta de Moros en la Costa es una cosa eventual aunque nunca se sabe qué puede pasar más adelante”, bromeó el violero. “Es una apuesta importante, la mayoría de los temas son míos en formatos no muy jazzeros… No es el formato del estándar, así que para aprender las partes nuevas, hay que aprender un montón y tanto para Roy como para mí, tenemos que reaprenderlos porque en esa época ensayábamos mucho”.

A y B

Por entonces, la tecnología estaba a años luz del presente pero curiosamente, todos y todas teníamos más tiempo. “Eran otras velocidades, de hecho ensayábamos tres veces por semana, una cosa totalmente fuera de lo habitual ahora”, consideró Basevich. “Entonces, la primera parte del espectáculo va a ser Moros en la Costa… Todavía no sabemos cuántos temas porque estamos tocando muchos y algunos son los que van a quedar definidos para el espectáculo. Serán unos ocho de Moros en la Costa, uno de Coulin, otro de Miles Davis y el resto, son míos… En esa parte, va a estar de invitado Juan Sisterna, que seguramente antes va a hacer algo solo y un tema con Moros”.

La cronología perderá linealidad acto seguido: “después, viene la parte del espectáculo que va a mezclar músicos de distintas épocas… Algún tema de El Ojo con Charly Barroso, va a cantar unas cuantas canciones el Negro (Marcelo) Saccomanno, que fue cantante en algún momento de Rikustik y después, va a estar Viri (Bob) en algunos de los temas que hacíamos con Bombay y en otros que no hacíamos”.

La convocatoria al Brújula funcionó como excusas para “reversionar todo. También va a cantar el Negro (Oscar) Marrodán en unas canciones que hacíamos hace mucho, mucho… Él también fue un Moros en la Costa, pero con él vamos a hacer otras cosas. Ese es un poco el desafío: una gran juntada entre músicos que quiero, admiro y me gusta mucho tocar con ellos”, justificó Basevich. “Entonces, en la parte A vamos a estar con Trincheri y Steiner en bajo y batería. En la parte B, en el bajo va a estar Fede Villalba, que es el bajista con el que toco actualmente, más Charly Barroso. En la batería va a estar Diego Hachmann y además, va a haber un DJ: DJ Mag, es decir, Esteban. Y Franco Carballo, que es un chico muy jovencito que rapea tremendo, así que vamos a ir del jazz al hip hop, el camino que hizo Miles Davis”.

El estadounidense es astro de cabecera para Basevich. “Seguramente, vamos a empezar con un tema suyo porque es de los músicos que más admiro y siempre me sorprendió mucho esa gran fusión, ese tomar siempre de lo nuevo… Doo bop, su último disco, es un disco de hip hop en las épocas que ninguno de nosotros escuchaba hip hop. Creo que fue el primero a quien escuché rapear en serio, lo escuché muchas veces y entré por ese lado. Se editó después que muriera y (el show del sábado) tiene un poco este espíritu: tratar de hacer en mis temas, ese viaje o camino”. Apenas una ojeada por el espejo retrovisor antes de orientar la mirada de nuevo hacia delante.

Muerto de amor

Inmerso en la realidad de Bombay, cuando Riki Basevich se topó con aquel disco de Moros en la Costa “me morí de amor, me encantó, me gustó mucho… A mí me pasa que hago los discos, estoy muy caliente un tiempo y después no los escucho más. Por ejemplo, el disco de El Ojo no lo escucho desde que lo hice, más o menos. Entonces, en el transcurso van quedando canciones y de pronto, vuelvo dos o tres capítulos para atrás y aparecen discos como este”.

Retornar a ese recodo implicó sus riegos. “Fue un desafío volver a sacar las canciones porque era otra la manera de tocar. Ese disco debe tener fácil, 20 años. Por ahí, un poquito más. Es del 93 o del 95… Moros en la Costa estuvo durante unos años y en esos años, tuvo mutaciones. Es interesante volver como a otro punto, porque antes de Moros y después, al formato canción lo visité muchas veces pero al instrumental, no tanto… Tuve una banda instrumental pero siempre compuse más canciones”, balanceó el músico.

“Después, hubo épocas… En la de El Ojo, era más rock porque escuchábamos Divididos, pero siempre hay maestros que están como en la estratosfera: Miles Davis, (Charly) García, Jeff Beck, (Luis Alberto) Spinetta… Los referentes de toda la vida”, resaltó Basevich. “Después, hay cosas que van pasando en el momento: el funk o música brasileña. En las épocas de Moros en la Costa escuchaba fusión: Hermeto Pascoal, Egberto Gismonti… Cosas mezcladas. Así que si bien (el show en Araucanía) no termina de ser una retrospectiva, sí va a ser un recorrido”, prometió.