20/06/2018

Cáritas Bariloche analiza la colecta y brinda detalles de las múltiples actividades que desarrollan

Cáritas Bariloche analiza la colecta y brinda detalles de las múltiples actividades que desarrollan
El ingeniero Dalla Cía, director de Cáritas Bariloche.
El ingeniero Dalla Cía, director de Cáritas Bariloche.

Cáritas Bariloche realizó la colecta anual sumándose así a la que se hizo a nivel nacional, donde la gente podía colaborar en cada una de las parroquias de la ciudad, además del aporte de alimentos que recibieron los voluntarios en algunos sectores determinados. El lema de este año fue “La solidaridad empieza por dar”.

Alejandro Dalla Cia, director de Cáritas de la Diócesis de Bariloche desde hace cuatro años, comentó a El Cordillerano resultados parciales de dicha campaña y habló de las actividades que llevan adelante, muchas de ellas, desconocidas para el común de la gente.

“Se complicó un poco por cuestiones climáticas, por eso se prolongó a una semana más, por lo que venimos viendo, se recolectó mucho menos que el año pasado, contabilizamos el dinero en efectivo ya que los alimentos se repartieron directamente a Cáritas de las distintas parroquias”.

Recordemos que la Diócesis Bariloche cuenta con 24 iglesias, las que fueron beneficiadas con los alimentos no perecederos, que a su vez serán distribuidos según las necesidades de las familias de cada zona.

“Antes los sacerdotes eran reacios a Cáritas pero estos últimos años eso ha cambiado y contamos con el apoyo total, además de que nuestro obispo tiene puesta la camiseta, marcando una línea muy simple de trabajar con la gente, nos tiene mucha confianza y planificamos de manera articulada”. Agregó Dalla Cia, “tal como graficó el papa Francisco, rompan las iglesias, rompan las paredes y salgan”.

Cada proyecto nuevo que surge a nivel nacional, Dalla Cia va a buscarlo para sumarlo a la Diócesis Bariloche, llegando a nuestra ciudad, pero además a El Bolsón, Ñorquinco y toda la Línea Sur, que es el área completa que abarca.

Actividades de Cáritas

De manera errónea, aún se relaciona a Cáritas con la actividad de los roperos parroquiales, pero éstos últimos años, se ha insertado en la sociedad, trabajando de manera directa con microemprendimientos de producción y para autoconsumo, talleres de oficio, centros comunitarios, planes de inclusión de educación, prevención y acompañamiento de jóvenes con adicciones, emergencias climáticas y contención a la gente en situación de calle, por citar algunos ejemplos.

Dalla Cia comentó “Cáritas está insertada en la ciudad a todos los niveles, el ropero ahora pasó a quedar como lo de menor importancia porque fue necesaria una apertura de la iglesia, que fue incentivada por el obispo y puesta en práctica por los curas de cada parroquia, acercarse a las necesidades reales de la gente, más allá de brindarle solo un abrigo”.

Uno de los planes con los que trabajan se denomina Emaús, donde se entiende que la educación es una vía indispensable para lograr la promoción humana y la inclusión social a través de la generación de espacios de participación comunitaria. Se desarrolla en diversos espacios educativos, en algunos barrios de la diócesis, y en la animación sociocultural, incluye un programa de promoción de espacios educativos y voluntariado, meriendas, programas de becas familiares, de becas universitarias, residencia de estudiantes, mochileros y primera infancia.

“Además hay un proyecto que se llama Menos nueve, más seis, menos nueve meses es la gestación, más los seis años siguientes, un seguimiento de las mamás humildes que se han entrenado y ahora colaboran con otras que ingresan”, detalló.

Uno de los ejes más fuertes de las tareas que llevan adelante se denomina Ecosol, Economía Social y Solidaria: “primero era el asistencialismo, después fue la promoción y ahora es la transformación, que el pobre que ayer venía por la bolsa, dentro de un tiempo no necesite nada, porque encaró un proyecto de fabricación y venta, saliendo delante de manera económica”, dijo.

Muchas de esas ayudas consisten en préstamos, con un compromiso de devolución acorde a sus nuevos ingresos, “eso funciona muy bien, hay mucha gente trabajando de manera independiente y ha mejorado su calidad de vida, hacen carteras o cinturones, panadería, tejidos”.

Desde Ecosol buscan fortalecer a los trabajadores y sus emprendimientos, fomentando formas colectivas de producción y comercialización, promoviendo una práctica social integradora basada en el protagonismo de los trabajadores, organizados de manera autogestiva, superando así la lógica individual y de la competencia del mercado. “Analizamos y brindamos las herramientas de manera detallada, qué querés fabricar, cómo lo vas a vender, de qué manera lo vas a presentar, los costos, etcétera”, agregó.

Llegan a las necesidades de las personas por medio de cada parroquia, “Cáritas tiene equipos de voluntarios en cada iglesia de los barrios, ellos son los que saben las necesidades reales de la gente, porque si quisiéramos centralizarlo, no seríamos realistas”.

Cabe resaltar que todas las ayudas y programas de los que dispone Cáritas, no son solo para beneficiar a los fieles de la iglesia Católica, todos son tenidos en cuenta al momento de solicitar ayuda. “Tampoco somos un Banquito de la Buena Fe, solo damos un apoyo para que arranquen, nos distingue el acompañamiento pastoral en cada paso que damos, movidos por la fe en Dios, por eso acompañamos a nuestro hermano y vemos la manera de fortalecerlo”, agregó Rossana Namor, secretaria de la institución.

La casa de solidaridad

La Casa de la solidaridad el buen samaritano, pertenece también a la iglesia Católica y está gestionada por una comisión compuesta por referentes de Cáritas, Pastoral de la Salud, Carcelaria, de Migraciones y voluntarios que se han sumado al proyecto. Funciona en la planta baja de Cáritas de calle Chubut. “Es un albergue para recibir a la gente de parajes o pueblos alejados que debe permanecer en Bariloche por trámites o familiares internados en el Hospital”. Allí cuentan con una cocina comunitaria, donde les brindan alimentos y pueden permanecer el tiempo que necesiten, tiene una capacidad para aproximadamente 16 personas de ambos sexos, divididos en dos dormitorios.

Viviendas

Otro de los programas de gran importancia que llevan adelante está relacionado a las viviendas y emergencia habitacional. Buscan perfeccionar la calidad de vida de la población de los sectores más vulnerables, a partir de un mejoramiento habitacional progresivo, con estrategias de autoconstrucción y ayuda mutua. “Se divide en dos, los casos urgentes como por ejemplo cuando quedan desprotegidos durante un temporal o aquellas familias que deseen construir su propia casa, este último viene desde Cáritas a nivel nacional”, dando prioridad a gente de los parajes más alejados.

“Ya hicimos en Sierra Colorada 20 casas, un lote lo dividimos entre varias familias, les brindamos los materiales y los talleres necesarios entonces de manera grupal y comunitaria, las construyeron ellos mismos”. Nadie sabe cuál será la casa que le corresponderá, entonces todos ponen lo mejor de sí en cada vivienda, las que luego son sorteadas a no ser que de común acuerdo, elijan.

El Vertedero

Desde Cáritas han participado de reuniones con el municipio por la grave problemática de las familias que buscan su alimento en el Vertedero. “Después de eso nos dijeron que nos iban a llamar, pero hasta el momento no lo han hecho y eso fue hace algunos años ya”.

Agregó “en ese momento eran 20 o 30, ahora se les complicó porque son más de 100 las familias que van a buscar comida”. No se han quedado sentados esperando ser llamados nuevamente, “ya hace diez días, habilitamos la capilla del Pilar I y una vez por semana les damos de comer a esas familias, comenzamos con lo inmediato y de manera progresiva”. Cuando el equipo de voluntarios se vaya interiorizando de cada situación con un acercamiento cotidiano, verán la manera de acompañarlos hasta que puedan empoderarse y encausar sus vidas con algunos de los planes y programas con que cuentan.

Peña Solidaria

El 7 de julio Cáritas ha organizado una Peña Solidaria en el gimnasio del Colegio Don Bosco, contará con un buffet y están invitando a todas las familias. “El dinero recaudado será destinado para el comedor de emergencia en el Pilar I y para apoyar otras actividades”, detallaron. Será a las 21 horas y el costo de la entrada es de $100.

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