Cómo lograr que los chicos coman frutas y verduras

Por ello se debe predicar con el ejemplo, elegir los alimentos más nutritivos. Nutricionistas y médicos aconsejan frutas y verduras, pero la mejor forma de hacerlo es "camuflarlos", creando personajes y animales creativos.

Para muchas familias lograr que sus hijos incorporen frutas y verduras -tan necesarias para una correcta y sana alimentación- es una tarea ardua con la que deben lidiar a diario. Por eso, hacen lo imposible para que los chicos empiecen a comerlas de una "manera diferente", para que se vean atractivas y las consuman con gusto. Recrean personajes o animales con pequeños trozos de cada vegetal o fruta para que sea más divertido y los jovencitos se alimenten bien y de una manera divertida.

De cualquier forma, padres y madres, deben aportar con el ejemplo, ya que en las mesas argentinas no se come aquellos que es debido, muchas grasas y pocas frutas y verduras, por ello es necesario que no solamente los niños cambien sus hábitos alimenticios. 

La cena debe ser una comida nutritiva, pero a la vez ligera. Recuerda el siguiente refrán y acertarás con la alimentación de toda la familia: A pesar de que el desayuno es quizá la comida más importante, no debes despreocuparte de la cena. Los niños gastan mucha energía a lo largo del día, es por eso que una cena nutritiva y ligera puede ayudarles a reponer fuerzas y descansar mejor durante la noche.

En muchas familias, la cena es la única comida del día que se puede compartir en familia. Por ello, es recomendable tomársela con calma y sentarse todos juntos a la mesa, para compartir lo ocurrido durante la jornada.

A la hora de preparar la cena se debe tener en cuenta el resto de comidas del día. De esta manera, se puede elaborar una comida nocturna con los nutrientes necesarios para completar una dieta saludable. Es decir, si el niño no ha comida fruta o verdura en el almuerzo, la cena es un buen momento para hacerlo.

Por lo general, se aconseja que la cena incluya un plato de verduras. Estas pueden ser cocidas o crudas, como ensaladas, verduras rellenas o brochetas. Si tienes problemas para que el niño coma verduras, intenta que los platos sean atractivos.

Cuando en el almuerzo ya se ha comido verduras o ensalada, en la cena se puede preparar algo de pasta o arroz. Los segundos platos no deben ser muy abundantes. También hay que tener en cuenta lo que han comido en el almuerzo e intentar variar el menú. Por ejemplo, si han comido pescado en el almuerzo, en la cena pueden comer croquetas de pollo, pavo o unas salchichas.

En cuanto al postre, es preferible optar por frutas frescas o algún lácteo. No se debe abusar de los dulces ni de postres demasiado grasos en la cena.

Romina Polnoroff, más conocida como MamaSana, tiene más de 93 mil seguidores en Instagram y busca reflejar la "vida saludable en familia". En su plataforma brinda recetas nutritivas y diferentes para cocinar para toda la familia, especialmente para los más pequeños.

"Después del año pueden comer cualquiera, es solamente cuestión de probar qué es lo que más les gusta a los chicos. Lo que más suele gustar es acelga o espinaca, calabaza, zanahoria, choclo, zapallitos, huevo y cebolla, y de frutas, manzanas, banana, mandarina y pera".

Snacks, platos principales y postres son los más "camuflados" al momento de servir en la mesa la comida. Las frutas y verduras se pueden cortar y moldear a gusto para lograr hacer a la perfección la figura deseada para representar en el plato.

"Para engañar a los más pequeños, es bueno empezar con algo lúdico como la zanahoria en palitos, pepino en circulitos, choclo en rueditas, brócoli en arbolitos para armar autitos o caritas con esas verduras", sugirió la bloguera.

Hoy en el mercado existen todo tipo de cortantes y moldes de figuras de estrellas, autos, corazones, muñecos de silicona y acero para hacer cupcakes, cortar queso para hacer ojos -en una tostada por ejemplo- o hacer ruedas.

El camuflaje para la comida se puede basar en “ñoquis de princesas y ñoquis Hulk, bocaditos de verdura cortada muy chiquita, polentitas con choclo, todo un éxito", explicó la especialista. Romina, además, aseguró que las mejores combinaciones para hacer comida para los chicos son: calabaza con choclo; polenta y queso con brócoli y cebolla rehogada; espinaca o acelga y queso.

Viandas para el “cole” 

Uno de los aspectos que más preocupan a los padres es la alimentación que deben consumir los chicos en el colegio, ya que no es muy común que los más pequeños coman correctamente. Lo más frecuente es que consuman snacks, golosinas y productos que nada contribuyen al aporte de nutrientes.

Lo cierto es que la alimentación en la infancia es la clave para prevenir el sobrepeso. Debido al desgaste energético que sufren los chicos por las actividades escolares, es indispensable cuidar lo que comen y planificar inteligentemente sus viandas al momento de retomar las clases.

La nutricionista Delfina Fahey señala que está demostrado que omitir el desayuno interfiere en los procesos de aprendizaje y concentración. Por eso, los niños no deben salir de sus casas sin esa comida. "Lo ideal es hacerlo juntos para darle importancia a esta comida, levantarse a tiempo y disponer de los alimentos de lácteos semidescremados, cereal, o pan de salvado, queso untable y fruta en tu casa", dijo.

Es de vital importancia evitar los ayunos prolongados que solo conducen al descontrol alimentario y siempre es recomendable elegir alimentos frescos como las frutas, gelatinas, barras de cereal nutritivas y frutas secas como las almendras y las avellanas.

"Al momento de realizar las compras se pueden reemplazar los lácteos enteros por los descremados, las gaseosas por agua, el pan común por el de salvado, el queso cremoso por el untable descremado. Elegir cortes de carnes magros y ofrecer una alimentación completa y variada a fin de aumentar el rendimiento físico y mental", afirmó Fahey.

También conviene evitar que la vianda tenga hamburguesas industrializadas, salchichas, snacks y panchos. "Los niños pasan muchas horas en la escuela, por eso resulta práctico educarlos para que comprendan qué opciones elegir en el kiosco escolar y que tentempiés saludables cargar en su mochila para no llegar con tanta hambre a la hora de la cena", detalló la especialista.

Y agregó: "Es importante ser flexibles con la alimentación de nuestros hijos, conocer qué comen a lo largo del día, respetar su deseo de apetito y saciedad, y no forzarlos a comer hasta terminar el plato".

Lo que se recomienda es organizar con antelación el menú semanal y si durante las vacaciones hemos descuidado nuestra alimentación y la de nuestros hijos, es un buen momento para reprogramar los hábitos saludables. Algunas opciones nutritivas para el menú son: – Sándwich de pan integral con pollo, lechuga, tomate y queso untable descremado. – Ensalada de atún, espinaca, queso, champiñones y tomates cherry. – Tarta integral de vegetales. – Ensalada de tirabuzones tricolor, repollo colorado, aceitunas y rúcula. – Empanadas de humita. – Ensalada de huevo duro, zanahoria, choclo y tomate. – Fajitas de vegetales con tiritas de carne y guacamole. – Ensalada con lentejas, zanahoria, remolacha y queso. – Hamburguesas de cereales (quinoa, mijo o trigo burgol). – Ensalada fresca, pollo con ensalada de zanahoria y choclo. – Ensalada de arroz, atún y tomate. Una banana. – Milanesa con lechuga y tomate. – Sándwich de pan árabe con queso, jamón cocido, palmitos y peceto. (Fuente: Infobae)