SU LIBRO MAS RECIENTE

| 13/03/2018

Carolina Biscayart da a conocer “El inevitable trazo de las horas”

La poeta anudó como inspiración el clima de época que se abatió sobre la Argentina en los últimos años y “la literatura como modo de escape”. Su presentación tendrá lugar el viernes desde las 19 en la Sala de Prensa de la Municipalidad.

Carolina Biscayart da a conocer “El inevitable trazo de las horas”

Tiempo de presentación y a juzgar por sus palabras, de cierre. El próximo viernes a las 19 Carolina Biscayart dará a conocer su libro más reciente: “El inevitable trazo de las horas”. Alrededor de 50 poemas que nacieron de la decepción pero también de la búsqueda por encontrarle un sentido a las cosas. Serán de la partida el también poeta Sebastián Di Silvestro, el periodista Santiago Rey y la actriz Fabiana Quintero, entre otros invitados.

La autora dialogó con El Cordillerano en un ruidoso bar del centro para historiar el proceso que llevó a su nueva obra. “Es un libro que se inspira bastante en la decepción, esa sería la palabra… En las ventanas o en los caminos a los que esa decepción me fue llevando, porque trato de darle un sentido a las cosas, no quedarme ni hundirme ni paralizarme frente a esa realidad. Me cuesta diferenciar lo personal de la realidad del entorno pero lo logro y busco saber por qué se reflejan en mi realidad personal el resto de las cosas que están pasando”, apuntó.

Por otro lado, “siempre me influye la lectura también y justo estaba leyendo mujeres, que están citadas en epígrafes o en el libro: Clarice Lispector, Virginia Woolf, la poesía completa de Marosa Di Giorgio... Con las horas (su mención en el título), podríamos citar directamente a Woolf, con esta cosa del peso y de la dimensión del tiempo en lo personal”, sostuvo Biscayart. “Lo que estaba pendiente mientras leía era cómo se establecía la literatura como modo de escape, no en el sentido de huída sino en el sentido de crear o salvarse, con las ventanas que se abrían en esa literatura como fuentes de luz y ver para dónde moverse. Uno es permeable a toda la realidad, muy sensible a todo lo que pasa, también personalmente”.

A fin de cuentas, “en esta decepción, encontré nuevamente en el poema un modo de hacer algo con eso”, señaló la poeta. Una vez más en relación con el título, ahondó que “los poemas tienen ese peso, ese trazo… Es como la transformación del peso en un trazo, que siempre deja un camino abierto. No hace tanto que pasó lo del libro (salió de imprenta a fines de 2017) pero es como que uno cierra ideas y puede avanzar hacia otros lugares”.

Para Biscayart, “la poesía siempre es un lugar de auto-conocimiento. Al terminarlo, por ahí uno pierde ideales pero ganas certezas, que también son un buen elemento para nuevos comienzos, para accionar y para marcar dónde uno está parado desde su lugar, porque también veo que muchos quieren oficiar de cosas que no son. Zapatero a sus zapatos… Trato de decir desde el lugar que siento natural”, desafió.

Fiel a sí misma

Cuando invoca a la decepción, la escritora se refiere “por supuesto a la situación política y social y a cómo se acomoda la gente frente a eso, porque también es un conocimiento de la gente que te rodea, con la cual por ahí uno tiene afectos o lazos por otras razones y se tiene que reacomodar, ver qué hace para sentirse más fiel a sí mismo dentro de las circunstancias”. En ese sentido, “es un proceso de decepción porque no me lo esperaba o no pensaba que eran tan así”. Pero el concepto también alude a “procesos personales que no tienen que ver con la política externa. Uno va creciendo y ve que se aparta de algunos caminos, mientras va tomando otros nuevos. Esos cambios también se producen por la decepción y por cómo se acomoda uno frente a ella”, insistió.

”En el libro hay poemas de distinta índole”, aclaró Biscayart. “También es un buen momento para no estar con tanta exposición”, juzgó. “Me refiero a la exposición ególatra que se ve y decepciona. Una exposición ególatra que parecería altruista frente a las cosas que ocurren pero son sumamente personalistas. Creo que hay que recuperar procesos de empatía, procesos reales de vinculación con el otro, ser creativo en los modos de expresión y de manifestarnos. No hacen falta declamaciones o predicadores, pero veo mucho de eso”.

En forma paralela al elemento decepcionante como fuente de inspiración, “me interesa mucho el lenguaje, el modo de decir, la seriedad con la que se dice o el laburo que hay detrás. Tal vez es una apreciación particular, pero lo percibo en el trabajo de muchos poetas y en muchas facetas del arte. Eso lo valoro… Tiene que ver con un proceso interno que es también de revisión, un revisionismo histórico general y personal”.

Una vez más, la idea tiene que ver con el título. “El tiempo o las horas se utilizan para una cosa o para la otra y bueno, yo prefiero ese revisionismo para ver cuál es el trazo que dejan las horas en mí y estar en los lugares donde siento que tengo que estar en cuanto a cuestiones sociales o culturales. Creo mucho en la intención colectiva y distingo las cosas hechas con esfuerzo, más allá de que algunas salgan mejor que otras”, señaló la poeta. Vías de escape hacia la creación.

Gran ritmo

No hacía mucho que hablábamos con Carolina Biscayart en ocasión de otro libro. Fue con la excusa de “La trama que sostiene los jardines”, obra que resultara premiada en los primeros concursos de la Editora Municipal Bariloche y que en consecuencia, fuera publicada por el sello público en 2016. Si se tiene en cuenta que “El inevitable trazo de las horas” salió de imprenta en 2017 más allá de su presentación el próximo viernes, ¿un libro por año?

Explicó la autora que “siempre uno tiene muchas más cosas escritas que editadas. Para mí es una necesidad, mi modo de mirar el mundo, mi modo de encontrarme a mí misma, de manifestarme, de expresar. Es mi labor, así que lo hago todo el tiempo y en diferentes géneros, no sólo en poesía. Tengo muchas cosas en narrativa pero bueno, editar no es fácil. En este caso, tuve la colaboración de Javier Cófreces, el editor de Ediciones En Danza”, señaló.

Además, “el libro tiene el significado de cierre, se cierra y enseguida ya empieza a pensarse en lo próximo, aunque tengas muchas cosas escritas. La poesía me parece una herramienta muy interesante en estos tiempos, por eso estoy más con la poesía: en cierta forma, la lógica y el sentido común se destruyen en la poesía. Es como un desaprender para volver a andar. Como volver a crear el lenguaje cada vez, una búsqueda… La poesía es algo con lo que no se puede, porque incluso con el poema que más dice, muchos se quedan afuera. Ese es el arte del poema, es como buscar caminos, una herramienta tan sutil como fuerte e importante. Por eso tal vez estoy más en esta sintonía”, señaló. En la tardecita del viernes también habrá aportes musicales, con la presencia de Víctor Batán, Martín Caracoche, Juan Sisterna y Gabriel Cortéz.

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