14/12/2017

INSTANTANEA: La peña barilochense “Daniel Bertoni”, presente en el Maracaná de Brasil

- INDEPENDIENTE CAMPEON -  Ayer Independiente de Avellaneda se consagró campeón de la Copa Sudamericana, jugando en el mítico Maracaná de Brasil. Allí, estuvieron presentes integrantes de la peña de Bariloche del “Rojo”, quienes enviaron la bellísima foto.

INSTANTANEA: La peña barilochense “Daniel Bertoni”, presente en el Maracaná de Brasil
Felices, con el Maracaná detrás.
Felices, con el Maracaná detrás.

Durante la tarde-noche de ayer, Independiente empató de visitante 1 a 1 con Flamengo de Brasil y, tras haber ganado en el partido de ida por 2 a 1 en Argentina, se consagró campeón de la Copa Sudamericana.

Hoy por la mañana llegó a este medio la fotografía de tres integrantes de la peña barilochense “Daniel Bertoni”, que fue nombrada así en homenaje al fabuloso ex jugador. En la misma, se los puede observar con una bandera de Bariloche, pintada con los colores del “Rojo” y con el legendario Maracaná de fondo. Una noche inolvidable.

Poema dedicado a hinchas de Independiente de Avellaneda

Hay días en los que uno amanece feliz.
Y no sabe por qué.
O no hacer falta recordar por qué.

Es porque hay noches que nos muestran de frente al amor.
Nos traen cosas de infancia.
Charcos. Picados eternos. Tierra en las patas, el cuello, los codos.
Señora, ¿nos pasa la pelota?
Y la señora, tan mala, tan esquiva últimamente, nos pasó la pelota.
Y jugaron los pibes.
Y metieron la piernita.
Y pusieron el pecho, rojo de orgullo.
Y afuera había un tipo sabio que opinaba. Ordenando el juego.

Sin trabajo, no hay nada.
Sin Amor. Sin Fe. Sin animarnos…
Como se animó el chiquito. Y pidió la pelota dando los tres pasos al frente.
Porque antes creyó.
Y laburó.
Y amó.
Y cada día, en silencio, fue puliendo el diamante que vive en su corazón,
que se muda a su mente y se expresa en cada pie.

Justo pasó, aquel pequeño milagro,
en la canchita más complicada.
Nos largaron los perros.
Nos sembraron un par de vidrios.
Nos mandaron al arco que tenía el viento en contra.
Me acuerdo cómo fue esa vez.
Ganamos igual.
Porque éramos amigos.
Y siendo amigos, somos invencibles.

Parece que fue anoche:
Cuando pasó todo, volvimos al barrio de siempre.
Y hoy estamos en nuestra piel de adultos.
Pero anoche, en esa dulce noche eterna, fuimos chicos, y gigantes…
Con la cara sucia y transpirada,
Con gusto a Mirinda en la boca
y con la dentadura de leche, toda iluminada,
que se caga de risa de la muerte…

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