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Presentaron la primera silla argentina para esquí adaptado
Con alegría y orgullo, en la base del cerro Catedral, fue presentada la primera silla de esquí adaptado fabricada en Bariloche. La misma surge de un emprendimiento conjunto entre instituciones, empresas y el municipio local, que logró diseñar un modelo que puede ser usado con uno o dos esquís. Germán Vega, con movilidad restringida, la probó y aseguró que “es fantástica”.
Por Toncek Arko
El proyecto, que tiene por objetivo entregar, al inicio del próximo invierno, una veintena de estas sillas a la Fundación Challenge Argentina, creada desde la Asociación Argentina de Instructores de Esquí y Snowboard (AADIDES), es impulsado por el FAB LAB de Bariloche, la empresa y la fundación INVAP, la empresa Catedral Alta Patagonia S.A. (CAPSA) y el municipio de Bariloche.
Germán utiliza sillas con monoski hace once años y fue uno de los evaluadores del proyecto local. Esquió en ella el día viernes y dijo que “se adapta muy bien a personas con lesiones altas”. “La amortiguación, el cambio de cantos, la comodidad del asiento y la comodidad en las maniobras la hacen muy práctica”, explicó. Agregó que la probó con dos esquís y que dobla muy bien, pese a ser más alta que la que habitualmente usaba. También ponderó el sistema que tiene para elevarse y calzarse sobre las aerosillas, que definió como “muy sencillo y práctico”.
En especial, ponderó el trabajo y la complementación entre las diferentes empresas y técnicos. “No dudo que esto será un paso importante para todas las personas que tenemos movilidad restringida y confió en que muchos puedan probar deslizarse por un centro invernal”, dijo.
El ingeniero Miguel Iwan, de INVAP, fue destacado como el nexo entre los ingenieros de la empresa rionegrina y los integrantes del laboratorio de fabricación digital barilochense. Explicó que el prototipo local fue diseñado analizando diferentes modelos de sillas fabricadas en el hemisferio norte y permitiendo que pueda utilizarse con las diferentes telesillas existentes en Argentina. En esto, destacó la colaboración de CAPSA que permitió hacer pruebas en sus medios de elevación.
“Lo más importante es que estas sillas pueden fabricarse en Bariloche y también los repuestos, el mantenimiento, todo se puede hacer acá”, afirmó. La butaca de la silla y sus soportes fueron construidos en INVAP, el amortiguador es un modelo que se utiliza en bicicletas mountain bike de descenso, disponible en el mercado y las fijaciones y tablas de esquí también están en el mercado local. El hecho de que pueda usarse con una o dos tablas es una innovación. “Esto maximiza el rango de uso de la silla, que puede ser usada por más personas”, afirmó. Dijo que el costo de la silla aún no fue calculado pero que estiman tener, para el invierno 2018, la cantidad necesaria para todos los centro de esquí de Argentina.
Pedro Schwarzbock, integrante del Laboratorio de Fabricación Digital, del espacio de trabajo colaborativo dependiente de la subsecretaria de innovación productiva municipal, se mostró muy feliz con el resultado. Dijo que trabajaron junto a los ingenieros de INVAP y lograron diseñar y desarrollar un nuevo prototipo de silla para la nieve. Explicó que participaron Mariano Filippini, Agustín Capitanich, Leonardo Andreasi, Dante Ferro, Melina Campaña, Leo Andrasi, Germán Martínez y Sergio Cossani.
Santiago Pinedo, directivo de AADIDES, también elogió el diseño y aseguró que ya fue probado con buenos resultados. “Es importante recordar que estas sillas no siempre pueden ser usadas por todas las personas con movilidad restringida. A veces, hay que hacer ajustes, y adaptarlas a cada usuario”, explicó. Dijo que, en la asociación, se está trabajando para formar instructores, que también deben ser especializados y adaptarse a las diferentes problemáticas que puedan presentar los usuarios.
Pinedo evaluó que la asociación de instructores de esquí está muy compenetrada con el proyecto y que hay personas capacitadas en la mayoría de los centro de esquí. Destacó que el “proyecto es inclusivo, buscamos involucrar a todas las asociaciones, fundaciones y personas que trabajan con movilidad reducida. Esto no apunta a ser de una entidad o un sector. Es para todos”. Destacó el apoyo recibido por parte de INVAP y CAPSA. “Hoy presentamos el primer prototipo y, el año que viene, esperamos tener las primeras 20 sillas. No dudo de que esto permitirá integrar a mucha gente con la montaña invernal”, dijo.
Entusiasmo y compromiso
A fin del 2016, la AADIDES firmó con la empresa rionegrina INVAP SE -ambas por intermedio de sus fundaciones- un convenio por el cual la empresa fabricará y donará 20 sillas para esquí adaptado que, por primera vez, se construirán en el país. Esto resolverá el principal problema que tenía la actividad, pues no hay muchas sillas en Argentina.
“Las sillas son prioridad en el esquí adaptado, pues no podemos formar profesores ni promover la actividad sin ellas. Con estas 20 sillas, podremos brindar un muy buen servicio”, evaluó el presidente de AADIDES, Martín Bacer.
AADIDES creó la Fundación Challenge Argentina, que tendrá a su cargo el desarrollo del programa “Carlitos Ceva”, diseñado para todos los centros de esquí de Argentina. “El programa comprende la capacitación técnica para deslizarse por la montaña y también promueve la inclusión social, ya que se invitará a participar a chicos y grandes de escasos recursos”, explicó Bacer.
La idea es comenzar en Catedral y Chapelco, y luego extenderlo a otros centros invernales. “Ya tenemos 15 instructores en el nivel uno y luego se irán especializando”, detalló. En los cursos de formación, se enseña la técnica, la forma de relacionarse y comunicarse con el alumno y el instructor debe tener conocimientos sobre el tipo de lesión o problema que afecta al alumno. También se formarán los asistentes, que acompañan al esquiador en sus primeras bajadas.
