¿CÓMO SE REGENERARON LOS BOSQUES?

| 07/05/2024

Una mirada al pasado: 16 años desde la erupción del volcán Chaitén

Una mirada al pasado: 16 años desde la erupción del volcán Chaitén

La erupción del volcán Chaitén de 2008 comenzó cerca de las 23.38 hs del 1° de mayo. El daño colateral del evento destruyó casi por completo la ciudad de Chaitén. Una técnica chilena habla del maravilloso proceso que vivió la naturaleza para regenerarse en estos años.

El volcán Chaitén es una caldera volcánica ubicada a 10,5 kilómetros al noreste de la ciudad de Chaitén, capital de la provincia de Palena. Ubicada en la región de Los Lagos y a 18 kilómetros al oeste de la cumbre del volcán Michinmahuida, por donde cruza la traza principal de la falla Liquiñe-Ofqui. Una falla geológica de escala continental con 1200 kilómetros de longitud. Pertenece a la zona sur del cinturón volcánico de los Andes.

Se trata de un volcán pequeño, que consiste en una depresión con forma de caldera, en el interior de la cual se ubica un domo de cuatro kilómetros cuadrados, de composición rica en sílice. Además, alrededor del domo principal, se han identificado dos estructuras volcánicas menores (con dimensiones inferiores a un kilómetro), una hacia el sur y otra hacia el oeste.

Es considerado por el Sernageomin como el cuarto volcán más peligroso del vecino país. En total 5.707 personas fueron evacuadas en la comuna de Chaitén, 2.093 en Futaleufú y 319 en Palena, las que fueron albergadas, en su mayoría, en las comunas de Puerto Montt, Castro y Osorno de la región de Los Lagos, y en Cisnes y Lago Verde, de la región de Aysén.

La erupción afectó más de 27 mil hectáreas. En el parque, el sector El Amarillo fue el más afectado, tras quedar cubierto con metros de ceniza volcánica. Las zonas de camping tuvieron que ser excavadas y reparadas. Los ríos cambiaron su curso y devastaron caminos, los que tuvieron que ser reconstruidos por completo. Un nuevo centro de informaciones y oficina administrativa fueron emplazadas en El Amarillo el 2013, reemplazando las antes existentes en Chaitén. Poco a poco, las localidades se han ido reconstruyendo, y los bosques, regenerándose, volviendo a resplandecer.

Efectos

Los efectos de este fenómeno socio-ecológico afectaron los paisajes naturales y culturales del territorio, obligando a la evacuación de toda su población, siendo más de 4.000 personas.

Pasarían dos años para que esa comunidad volviera a retomar su vida pero es importante conocer cómo ha sido el proceso de recuperación del bosque nativo en todo este tiempo. Ingrid Espinoza, directora de Conservación de Rewilding Chile explicó: “En una primera etapa se va produciendo esta recuperación, este proceso de resiliencia donde llegaron las herbáceas, helechos y plantas rastreas”.

Agregó “luego fueron llegando semillas de los árboles de las laderas más cercanas por la acción de los pájaros”. Otro factor de relevancia es que a pesar de las cenizas, en el lugar quedaron vástagos, troncos o raíces enterradas y ahí hay yemas”.

Por eso la vegetación tiende a recuperarse y se produce esa resiliencia del bosque. A pesar de la devastación, las 27 mil hectáreas de bosque nativo afectadas, la regeneración ha sido un proceso común en todas las comunidades de vida afectadas por la erupción.

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