Salir a robar para luego vender el botín en una feria. Esa parece ser la estrategia de una familia, vinculada al ambiente del hampa y los hechos delictivos, que el fin de semana ofertó productos que el día anterior fueron sustraídos de un vehículo que estaba estacionado.

Fue la víctima del hecho delictivo quien detectó que sus cosas eran ofrecidas en un puesto de la feria que está en 25 de Mayo y Otto Goedecke.

La damnificada observó que la mochila que ofrecía una de las vendedoras era la que le habían robado el día anterior, motivo por el que decidió avisar a la Policía para pedir colaboración.

El resultado, para ella, fue óptimo ya que personal policial acudió a la feria y entrevistó a la vendedora, integrante de un grupo familiar que suele protagonizar hechos delictivos.

Sin embargo la mujer intentó defenderse de las acusaciones y brindó una versión absurda, ya que aseguró haber comprado la mochila la noche anterior a un desconocido.

A sabiendas de que la misma era robada, no tuvo más opción que restituírsela a los uniformados que participaban del operativo quienes, de acuerdo a lo dispuestos por los funcionarios fiscales, le restituyeron la mochila a la denunciante.

La vendedora, por su parte, quedó imputada en una causa por presunto encubrimiento.