La situación de la industria de la carne vacuna en Argentina se ha vuelto cada vez más preocupante debido a las medidas recesivas impulsadas por el presidente Javier Milei y su ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo.

Según el último informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA), en el primer trimestre del año el consumo per cápita de carne vacuna se desplomó un 17,6% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este registro representa la cifra más baja en las últimas tres décadas. El consumo aparente de carne vacuna habría alcanzado las 499,7 mil toneladas res con hueso, lo que supone una disminución de 106,9 mil toneladas con respecto al año anterior.

La producción de la industria frigorífica vacuna también ha sufrido una fuerte contracción en el primer trimestre de 2024. Se produjeron 7,6% menos de carne vacuna en comparación con el mismo periodo del año pasado, lo que equivale a una diferencia de 61,2 mil toneladas. Estos datos demuestran el impacto directo de las políticas recesivas en el sector productivo.

Por su parte, las exportaciones de carne vacuna se han mantenido estables en alrededor de 85 mil toneladas en marzo y se estima que en los primeros tres meses del año se exportaron 245,2 mil toneladas, lo que representa un aumento del 22,9% en comparación con el mismo periodo del año anterior.

El consumo per cápita de carne vacuna en marzo de 2024 habría sido de 42,6 kilos por año, lo que significa una reducción del 18,5% respecto al año anterior. Estos datos reflejan el impacto directo de las políticas económicas del gobierno de Milei en el poder adquisitivo de la población.