Y quieren sacar la estatua de Roca del Centro Cívico de Bariloche.

Una vez más, los portavoces del presente enjuician el pasado con la virulencia de quien lo desconoce, de quien se desconoce. No nos desconozcamos y digámoslo con todas las letras: si festejamos nuestra Independencia en Julio y somos argentinos, somos Julio Argentino Roca.

Félix Luna utilizó la primera persona del singular para novelar la biografía del dos veces presidente y conquistador de la Patagonia, pero es hora de que nos refiramos a él usando la primera persona del plural: somos Roca, nos guste o no, somos Roca.

Es bueno preguntarse quién lee estas líneas, para saber si se da por aludido. Puede que no le guste, y es entendible. También es entendible que el que hace bandera de la educación argentina que supo ser y quizá ya no sea, admita que la educación que tuvimos, fue la de Roca y su Ley 1.420. Es nuestra educación, porque somos Roca.

Nadie sabe quién lee esto, pero en una de esas un argentino desprevenido que descubre que un delincuente extranjero le vende droga a su hijo, recuerda que es de la época de Roca la Ley de Residencia (4.144), que expulsaba al extranjero delincuente. Y si queremos echar del país al extranjero que viene a delinquir es porque somos Roca.

Nos olvidamos que somos Roca cuando hablamos de lo bueno de nuestro país, pero obviamos gracias a quién existe. Y si tuvo que correr sangre para que haya sido así, el malo fue otro, pero nos vamos de vacaciones a la Patagonia para pegarle después la calcomanía de la Ruta 40 a nuestra camioneta.

Qué linda es la Patagonia dicen los porteños, pero que malo es Roca que la conquistó para que vayan cada tanto a sacar unas selfies y decir que hace frío, con emojis y todos los chirimbolos.

Somos Roca, porteño, vos también sos Roca, aunque te hayas vuelto medio delicado y olvides que fuiste bravo en Pavón. Porque, aunque te pavonees celebrando la diferencia y la cultura woke, cuando tuviste que matar lo hiciste, ¡y de qué manera, porteño! Por eso, repetí bien fuerte, ¡somos Roca!

Podríamos hablar de lo mejor de nosotros, porque somos Roca y eso nos pone en el mejor lugar del mundo, como cuando festejamos el mundial que ganaron once jugadores. Somos argentinos.

Hoy quieren sacar nuestra estatua y hablan del pasado, de nuestro pasado, de nuestros logros.

Pasaron muchas cosas, desde el avance de ideologías blandas y aterciopeladas, hasta la reivindicación de aborígenes que nunca tuvieron nada que ver con nosotros.

Pero esas ideologías blandas que están destruyendo nuestro país, jamás podrán con nosotros, porque somos sólidos como las piedras de la Patagonia y mayúscula es nuestra fortaleza, porque ¡somos Roca carajo!

Mario Russo

Sociobiólogo y docente (Escuela de Política y Gobierno, UCA)