BALANCE DEL AÑO

| 15/12/2018

Y ya se fueron Küla cátedras…

Los integrantes de la Cátedra “Interculturalidad y Educación: Concepciones y prácticas, tensiones y desafíos” y el Espacio de Articulación Mapuche y Construcción Política redactaron un documento de análisis de este año para compartir con toda la comunidad:

Este 2018 no sólo viene siendo un año cargado de injusticias, un tiempo de duelos por nuestro peñi Rafael Nahuel, el wenüy Santiago Maldonado y, recientemente, el peñi Camilo Catrillanca. Este 2018 también es de lucha, de propuestas –muchas veces invisibilizadas y hasta ninguneadas- en donde el Pueblo Mapuche mostró su endereza y su presencia detrás del Petü Mongeleiñ. Para el CRUB-UNCo, esto no ha pasado desapercibido. Ya siendo diciembre, la mitad del ciclo para nuestro Pueblo, podemos decir que, por tercera vez, se desarrolló la cátedra “Interculturalidad y educación: concepciones y prácticas, tensiones y desafíos”. Paradójicamente, en un momento en el que nuestra gente sigue siendo criminalizada, es blanco de las balas de las fuerzas armadas de dos Estados-nación y continúa sometida a los juzgados que imparten injusticia; sus organizaciones y comunidades apelan al diálogo, a la construcción, el entendimiento y el trawün.

En un contexto que pega a diario, esta cátedra nos da una caricia ampliándose en número, en carreras, pero sobre todo, en discusión, diversidad y propuestas. En un ámbito –como el académico- en donde las voces tienden a ser pocas, en donde las credenciales imponen restricciones, este lugar se abrió en colaboración con una organización que hace tiempo viene proponiendo intervenciones en el Estado utilizando la interculturalidad como herramienta de descolonización, nos referimos al Espacio de Articulación Mapuche y Construcción Política (EAMyCP).

Atrás quedaron esa decena de estudiantes (principalmente del Profesorado en Educación Física) que promediaban los pu trawün de los años 2016 y 2017. En este 2018, la propuesta alcanzó al medio centenar de personas en más de una ocasión, los asistentes trascendieron a las tres carreras para la cual esta asignatura es contemplada como optativa (profesorados de Educación Física, Biología e Historia). La gente se acercó, “de curiosa” decían, y se fue quedando para contar desde qué lugar y lugares entendían, pensaban o les interesaba la interculturalidad. Fue así como se escucharon guías de turismo, educadores populares, docentes de nivel inicial, trabajadores de organismos del Estado, trabajadores gastronómicos y hoteleros, guías de montaña y una multiplicidad de personas que le fueron dando el carácter de “abierta” a la propuesta.

El aula fue convirtiéndose en escenario de disputas, conflictos, experiencias y posicionamientos. El convite permitió que se trabaje la interculturalidad desde múltiples dimensiones, potenciando su carácter de denuncia, descolonización y transformación, en definitiva su politicidad. Hubo tiempo para la historia, esa que no se cuenta en los manuales y libros escolares, menos aún, la que se aprende a través de la agenda mediática. La contextualización en términos legislativos también tuvo protagonismo, evidenciando cuánto nos falta en materia de reconocimiento de derechos, pero también en términos de conocimiento jurídico por parte de la sociedad civil.

También hubo tiempo para las luchas, las de abajo, las afro, las indígenas, las feministas, las de clase, las de diversidades sexuales, las de los trabajadores, las de educadores, de mujeres, de empleados, de explotados, las ontológicas, las epistemológicas, las de subalternos, de estudiantes, las simbólicas, las discursivas, las de todes. La escucha se hizo larga, pero amena, en consonancia con la historia de un Pueblo que parlamenta, que espera, que resiste los relatos hegemónicos, los montajes y el racismo. Porque en un mundo en donde las muertes no tienen los mismos sentidos, ni el mismo peso, donde la solidaridad y la lucha por el territorio vienen perdiendo con el capital, construir un espacio de debate pedagógico y político -ajeno al monopolio de los partidos- es un gran paso colectivo, institucional y humano. Al mismo tiempo, pensar una propuesta que trascienda las fronteras del aula, que nos lleve a un nivel emocional y pragmático que permita entender un genocidio a partir del bordado, que nos sitúe en el trabajo de una cooperativa de artesanas que la viene peleando hace décadas, que el lugar del saber le dé un respiro al erudito, al certificado, y lo abra al vecino, a la abuela, a las organizaciones, a las voces deslegitimadas… ese, ese es un paso que nos acerca a prácticas contextualizadas, situadas y corazonadas. Porque la lucha, así como la interculturalidad, no es del Pueblo Mapuche, es de la sociedad entera.

¡Trawuaiñ 2019 pita wingka mew!

Fentepuy

Espacio de articulación mapuche y construcción política- cátedra “Interculturalidad y Educación: concepciones y prácticas, tensiones y desafíos”

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