04/12/2018

Declararon no culpables a policías investigados por la muerte de “Coco” Garrido

Declararon no culpables a policías investigados por la muerte de “Coco” Garrido

El tribunal de juicio integrado por los jueces Gastón Martin, Gustavo Quelín y Gastón Pierroni decidió por unanimidad declarar a Laura Leiva y a Emilio Oyarzún no culpables del delito de homicidio culposo por el que fueran acusados. Para los jueces, no quedó claro si Garrido se suicidó o lo mataron. Por videoconferencia se leyó una pequeña porción del fallo y no se hizo mención al pedido de la querella de continuar investigando.

En los fundamentos de la sentencia, que se conocerá completa el 11 de diciembre, los jueces adelantaron que realizaron un examen integral de toda la prueba y que el único elemento que quedó absolutamente comprobado fue la muerte de Garrido, sin quedar claros los detalles en los que transcurrió su deceso.

Sostuvieron en el fallo que “no se ha logrado, con el grado de certeza necesaria en esta etapa del proceso, sostener y demostrar que los hechos ocurrieron tal como lo indicara el Ministerio Público Fiscal” y en ese sentido apuntaron que “la prueba resulta escasa y permite tener más de una hipótesis, en relación a la manera en que ocurrió la muerte de Guillermo Garrido”.

“Existe prueba que contradice la postura fiscal”, dijeron los jueces al destacar el relato de la perito criminóloga Virginia Creimer, quien aportó “razones científicas” respecto a que “el resultado de la muerte no ha sido un suicidio, sino una acción deliberada de personas que tenían la custodia”, evaluaron también la autopsia psicológica que concluyó que “Garrido tenía un proyecto de vida, buenas relaciones humanas y en sus movimientos analizados en las últimas horas, nada hacía prever una conducta suicida”.

Abundando sobre el punto, los jueces advirtieron que “hay dos hipótesis que se niegan una a la otra y no hay elementos que nos permitan sostener una sobre la otra”, por lo que “la única solución posible es la declaración de no culpabilidad”.

El hecho investigado ocurrió el 13 de enero de 2011. Guillermo “Coco” Garrido fue demorado por conducir en estado de ebriedad y protagonizar un siniestro vial. Poco después, aparecería sin vida, colgado con un cinturón atado a su cuello, según la versión oficial dictada por la policía. Por ello, la fiscalía y la querella acusaron a Laura Leiva y Emilio Oyarzún, por un obrar negligente al no haberle retirado el elemento al detenido.

Sin embargo, tras el desarrollo del juicio, la parte querellante se despegó de esa versión y basada fundamentalmente en la pericia desplegada por Virginia Creimer, apuntaron a un homicidio precedido por torturas y pidieron la remisión de lo actuado a la fiscalía para investigar esa teoría. En la escueta lectura del fallo realizada ayer por videoconferencia, no se mencionó si la petición era aceptada.

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