El 20 de octubre comenzará a flamear la Bandera de la Paz en el cielo de Bariloche

Tal como anunciáramos en el mes de mayo, el próximo 20 de octubre nuestra ciudad será distinguida como Ciudad de la Paz por el Comité Internacional de la Bandera de la Paz (ONG-DIP-ONU). Será oficializado este nombramiento con la entrega de dicho emblema, el que será izado en un mástil en uno de los márgenes de la plaza de la iglesia Catedral, más precisamente en Frey y Costanera.

Cuando se supo esta noticia, muchos vecinos de manera irónica comentaron que no sería la ciudad adecuada, pero la idea es auspiciosa y quizás ver que flamear la bandera todos los días, nos recuerde que tenemos que trabajar para llegar a ser esa ciudad de paz que todos anhelamos.

El Cordillerano dialogó con Ricardo González, coordinador general del citado Comité Internacional para la Argentina, quien nos ha visitado en numerosas oportunidades y remarcó el acontecimiento como un compromiso con la paz y la sana convivencia.

Cómo surgió la iniciativa

Al respecto González comentó que “la idea nació de una charla que sostuve con la doctora María Esther Irigoyen, de Bariloche”. Ella participó del primer evento similar que se realizó en Capilla del Monte, Córdoba.

“Nelly Panizza y otros queridos amigos de la ciudad se sumaron para llevar adelante este proyecto que presenté personalmente en México a la doctora Alicia Rodríguez, presidenta del Comité Internacional. Ella aceptó encantada volver a la Argentina. Nuestro objetivo era sembrar, oficialmente, el mensaje de la Bandera de la Paz en Bariloche”, dijo.

No es un premio

Como respuesta a comentarios de vecinos comentó que “la distinción no es ningún premio, todo lo contario, es un compromiso de cara al futuro, no quiere decir que la ciudad sea ahora mismo un ejemplo de paz, sino que se busca motivar a la sociedad sobre la necesidad de dialogar y vivir en paz, construirla juntos, comenzar a ver lo que nos une como sociedad y no lo que aparentemente nos separa”.

El Comité Internacional ha entregado Banderas de la Paz a más de cuatro mil instituciones y personalidades del mundo, desde escuelas, centros científicos, universidades, museos, artistas, ciudades y presidentes, con el único fin de impulsar una cultura de paz. Por esta labor, Alicia Rodríguez fue nominada al Premio Nobel de la Paz. La bandera no solo se izará en un acto público el 20 de octubre, sino que quedará allí, ondeando permanentemente en un mástil propio como un recordatorio del compromiso que hicimos como sociedad por la sana convivencia y la cultura de la paz. Esto involucra a todos, desde autoridades a ciudadanos.

¿Quién financia los gastos?

Es importante resaltar que todos los gastos que significan, tanto la construcción del mástil como el acto en sí, no tiene ningún costo para los barilochenses ni para el municipio.
González dijo que “la visita de Alicia Rodríguez a la Argentina está siendo cubierta con mucho esfuerzo por nosotros, y algunos gastos locales están siendo afrontados gracias al apoyo de instituciones comprometidas con esta causa, como el NH Hotel. Los miembros del Comité Internacional somos voluntarios y no percibimos ningún tipo de remuneración económica”.

No es un emblema de la ONU

Al margen de que importantes instituciones y organismos del mundo, como la ONU o UNESCO, muestren la Bandera de la Paz en algún acto, el símbolo tiene un origen que se remonta a miles de años de antigüedad.

“Nicholas Roerich, pintor y humanista ruso, propuso este símbolo como emblema del Pacto de Paz que firmaron varias naciones en los Estados Unidos en 1935 -entre los países firmantes se hallaba la Argentina-, lo obtuvo de sus viajes a Asia Central, en donde esta figura era muy respetada desde tiempos ancestrales por pueblos originarios”, dijo.

Agregando que “por ejemplo, para el chamanismo mongol ese símbolo representaba una oración para que “el hombre, el cielo y la Tierra vivan en armonía”. En la India se lo llamaba “Chintamani”, “la joya del pensamiento”, o “crear lo que uno cree”. Roerich lo propuso como un símbolo universal nativo -se ha hallado en varias partes del mundo- para representar la unión de la ciencia, la espiritualidad y el arte, o como interpreta el Comité Internacional de la Bandera de la Paz, “el equilibrio entre lo que uno piensa, dice y hace”. El símbolo es, pues, un emblema universal de la humanidad, muy antiguo, y con un mensaje de paz para ser comprendido.

¿Una bandera puede cambiar a una sociedad?

González fue contundente, “Lo único que garantiza la paz es la ausencia de conflicto. Como decía Gandhi: si una persona está en guerra consigo misma, estará en guerra con todo el mundo. El camino para la sana convivencia empieza en nosotros mismos. La Bandera de la Paz y su poderoso mensaje solo quieren recordarnos que se puede. Creer en ello para crearlo. Comprometerse a ello para realizarlo”.

Continuando con la misma línea de pensamiento dijo “diré presente el 20 de octubre en Bariloche porque estoy convencido de que hay más de bueno en el alma humana que las noticias terribles que se difunden. No es una evasión de la realidad, es ver el panorama completo de lo que realmente puede ser el humano. Solo tenemos que elegir cómo queremos que sea el futuro de nuestros hijos. Izar la Bandera de la Paz en un mástil propio no es una ceremonia más: es un compromiso para caminar juntos”.