Denuncian usurpación de la Ruka mapuche

Vanesa Gallardo y Sanmartiniano Painefil, del espacio de articulación Mapuche, hicieron público el “intento de usurpación por parte de la familia Loncon”. El citado espacio –dijeron- “servía para albergar a pobladores que necesitaban un lugar por problemas de salud o realizar trámites”. Calificaron la acción de “cambiar las cerraduras de la Ruka” como “una actitud de abuso”.

El espacio de articulación Mapuche, situado cerca de la escuela de la policía provincial, tuvo su formación en la década del 90. Para ese entonces, era el Centro Mapuche que empezó la administración del lugar, que tiene como objetivo servir de albergue para pobladores que deben realizar trámites o atenderse por problemas de salud. Según denunciaron Vanesa Gallardo y Sanmartiniano Painefil, del espacio de articulación Mapuche, “es un intento de usurpación por parte de la familia de apellido Loncon”.

Al respecto, los voceros contaron: “Hace diez años que administramos el lugar. Sirve para pobladores que necesitan hacer trámites o, ser atendidos por problemas de salud. Servía para todos aquellos que lo necesitaban”.
En esa línea, agregaron: “Hace un año, la familia de apellido Loncon pidió el lugar para la madre que venía de Tres Cerros con problemas de salud; sin embargo, una vez que la señora fue tratada, esta familia no dejaba el lugar”, expresaron.

Continuaron contando: “Varias veces les pedimos que dejaran el lugar. En marzo, firmaron un acta acuerdo solicitando unos días hasta alquilar una vivienda. Hace una semana, llegamos a la Ruka para preparar un acto de espiritualidad de nuestro pueblo y nos encontramos con la casa con las cerraduras cambiadas”.

Sanmatiniano sostuvo: “Esta familia Loncon, tiene dinero, campo y vehículos. Lo que hacen es un abuso. Creemos que uno de los caminos es la acción judicial”, expresó.

“Este lugar es un espacio de espiritualidad y, para realizar talleres y actos que realizamos como Mapuche”, remarcó por su parte Vanesa. Y señaló: “Esta familia no sólo niega que otros pobladores cuenten con un lugar, sino que son maltratados por esta familia, incluso nosotros”.

“Hay gente que necesita el lugar por unos días y no puede hacerlo porque esta familia no lo permite y, al cambiar las cerraduras, impiden incluso que nosotros podamos ingresar. Por eso es que denunciamos de forma pública este intento de usurpación”, expresaron.

Sanmartiniano lamentó que “haya ‘peñis’ que se muevan en la oscuridad”, y reconoció que “hay política de por medio y no hay posibilidad de diálogo”.