COPA DEL MUNDO 2018

| 18/04/2018

La historia del neuquino que eligió vivir en Rusia y cuenta cómo palpitan la previa del mundial

La historia del neuquino que eligió vivir en Rusia y cuenta cómo palpitan la previa del mundial
Daniel Fuentes en Rusia.
Daniel Fuentes en Rusia.

Daniel Flores vivió en Brasil, Angola y hace tres años decidió radicarse definitivamente en Moscú. Contó cómo viven los rusos los meses previos al mundial de fútbol. Y las particularidades de una cultura que desconocía. 

Se casó con Elena, una ucraniana que no habla español. De las dificultades con el idioma, la gastronomía y los lugares imperdibles.

Las temperaturas aumentan y mientras la nieve y el hielo comienzan a derretirse en las calles de Moscú, afloran las primeras reacciones de la comunidad motivadas por el pronto desembarco del mundial de fútbol. Ya se puede respirar los primeros, aunque tímidos, vapores futboleros. Daniel Flores es un neuquino que vive hace varios años en Rusia y describió para El Cordillerano Radio (93.7) detalles de un país que se prepara para despejar la nieve de la solapa y disfrutar del acontecimiento deportivo mundial del año.

“Hasta hace unos meses no se vivía el mundial acá. Ahora está cambiando, ya está entrando el mundial en los rusos”, comentó Daniel desde Moscú. En 2012 se mudó a Angola por motivos laborales y viajaba a Rusia para visitar a su esposa Elena, que nació en Ucrania. Ellos se conocieron en Brasil. Y en 2015 decidió radicarse definitivamente en la capital rusa.

Daniel comentó que el principal obstáculo fue -y sigue siendo- el idioma. “Es lo que más me cuesta”, reconoció y aclaró que si bien se dedicó a estudiarlo le resultó muy difícil. Eso le impidió desenvolverse con facilidad en la sociedad. “Hay que adaptarse, sino sufrís mucho”, dijo. Hoy trabaja en una empresa que se ocupa de realizar la logística para asistir a las personas que llegarán a Rusia para disfrutar del mundial.

A propósito del arribo del mundial de fútbol, Daniel aclaró que los turistas no tendrán la complicación del idioma para comunicarse porque la FIFA pondrá a disposición voluntarios que hablan distintos idiomas y circularán por las calles de Moscú y otras localidades para asistir a los visitantes. “Pero en Rusia no se habla inglés”, aclaró. Ni siquiera en los lugares más céntricos y turísticos.

La comida ronda los 15 o 20 dólares diarios. “Esto significa desayuno, almuerzo y cena. La gastronomía es variada y muy rica. Pasta, pescados. Sirven una sopa exquisita, borsch. Tiene remolacha y una salsa blanca agria que se llama smetana”, relató el neuquino que, además, señaló que es habitual comer caviar en el desayuno en los panqueques.

Si bien muchas personas se acercarán en los próximos meses a Rusia para asistir al mundial de fútbol, lo cierto es que será para muchos una oportunidad para descubrir las riquezas de un país con mucha y atractiva historia. “Es inevitable conocer la Plaza Roja. De día y de noche. Las luces son impresionantes. Hay también un shopping, el GUM, grandísimo y emblemático porque tiene mucha historia, hay grandes tiendas en donde prenden las luces por afuera cuando cae la noche. Y se ve la Plaza Roja con la Catedral de San Basilio atrás, el Kremlin y el Museo de Historia en la otra punta. Es una plaza bellísima”, describió apasionado. Y agregó la Catedral Blanca del Cristo Salvador, “otra postal para no perdérsela”.

Daniel Flores ya está metido en los recovecos de la sociedad rusa pero cuando piensa en Neuquén recuerda inevitablemente el asado, el corderito patagónico y, por supuesto, su familia alrededor de un almuerzo de domingo. “La última vez que estuve me cargué de mucha yerba, dulce de leche y alfajores”, contó entre risas. Y aclaró. “No es que no haya dulce de leche en Rusia, es que a la familia de mi esposa le gusta el argentino”.

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