12/12/2017

El testigo clave entró en dudas en la causa que investiga la tentativa de homicidio contra Yanina Muñoz

El juicio contra Pablo Jesús Cáceres comenzó con la presentación de las teorías del caso de la fiscalía, la parte querellante y la defensa. Pablo Cáceres, como ya había hecho anteriormente, negó ser el autor de los disparos que hirieron gravemente a Yanina Muñoz, quien al declarar sostuvo que reconoció a su ex pareja cuando le decía “mataste a mi mamá, ahora te voy a matar a vos”.

El testigo clave entró en dudas en la causa que investiga la tentativa de homicidio contra Yanina Muñoz
Yanina Muñoz todavía padece las consecuencias del ataque.
Yanina Muñoz todavía padece las consecuencias del ataque.

Por Mariano Colombo
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El tribunal integrado por los jueces Héctor Leguizamón Pondal, María Evelina García Balduini y Juan Martín Arroyo, comenzó este lunes a ventilar los pormenores del hecho que le atribuyen a Pablo Jesús Cáceres.

Está imputado por la tentativa de homicidio de Yanina Muñoz, ocurrida el pasado 26 de mayo en horas de la noche, en el pasillo del edificio 19 del barrio Ada María Elflein. En la oportunidad Pablo Jesús Cáceres efectuó al menos ocho disparos contra Yanina y provocó serias heridas con seis de los disparos efectuados, mediante un rifle calibre 22.

Durante la etapa de preparatoria del caso intervino el fiscal Martín Govetto y en el juicio actúa Martín Lozada. En tanto Sebastián Arrondo representa a la víctima en el proceso y la defensa es ejercida por los abogados particulares Horacio Brucellaria y Jorge Olguín.

Cáceres aceptó brindar su versión del hecho y como ya lo había hecho anteriormente, volvió a insistir en su inocencia, subrayando que Muñoz era una mujer conflictiva a la que había denunciado permanentemente por amenazas y hostigamiento. Explicó que el día del hecho cenó con su esposa y miró un partido de fútbol.

La mujer, en tanto, señaló que el día del hecho estaba conversando con su amigo Pablo Sosa, en la planta baja del edificio en el que vive y vio a una persona que subía las escaleras corriendo. Cáceres comenzó a disparar al tiempo que le manifestaba “Hija de puta, te voy a cagar matando, vos mataste a mi mamá”. Y continuó: “él seguía cargando el arma y seguía disparando”. Destacó también que el hombre que la acompañaba es amigo de Cáceres desde siempre y le indicó que era “chispa”, tal como lo apodaba. También relató un sinfín de episodios violentos que signaron su relación.

Declararon también ante el tribunal varios vecinos, policías, el médico forense y otros profesionales que intervinieron en distintas etapas del proceso.

Luego de un cuarto intermedio, el tribunal escuchó los testigos de la defensa, entre los que se destacó el de la actual pareja del acusado y una mujer que intentó confirmar la coartada de Cáceres y también un amigo del acusado que deslizó que Yanina Muñoz y su actual pareja, son señalados en el barrio por vender droga.

“Cargaba el arma y me disparaba, me disparó hasta que caí al piso. Me disparó y no escuché nada más, le pedí a Sosa que me ayude, que llame a la ambulancia, a la policía", expresó Yanina Muñoz ante los jueces, luego de ingresar a la sala con muletas y una ligera dificultad a consecuencia de las gravísimas lesiones que sufrió en el episodio investigado.

Luego añadió “me dejó de disparar cuando se le acabaron las balas, si le quedaban, me seguía disparando” y reveló “le pedí que no me mate, que piense en mis hijas", al tiempo que intentaba refugiarse tras un nicho de gas. “La intención no era lastimarme, era matarme”, resumió la víctima.

Explicó la joven que abandonó Bariloche porque “no me sentía segura” y manifestó que las amenazas no fueron sólo de Cáceres sino también de su actual pareja, quien un día habló con su hija y le dijo “si tu papá no la mata, la voy a matar yo”.

El testigo clave entró en dudas

Pablo Sosa acompañaba a Yanina Muñoz al momento del hecho y conocía de toda la vida a Cáceres. En algún momento de la investigación se había mostrado determinante en sus dichos, pero ayer ante los jueces del juicio no mostró la misma firmeza. Dijo que no pudo verlo claramente porque tenía el rostro cubierto y que no tenía certeza de haber visto al acusado, aunque por su voz, podía pensar que así era, por la similitud del tono.

La confirmación de la coartada

La propia pareja de Pablo Cáceres, una mujer que estaba en el domicilio y un hombre que dijo haberlo visto por la ventana, son los pilares sobre los que hasta ahora se apoya la versión defensiva. Los tres testigos están orientados a determinar que Cáceres estaba en su casa al momento del hecho y que además, por alguna dolencia física, es imposible que pueda subir escaleras corriendo, tal como señaló la víctima.

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