19/06/2017

Bariloche: la postal de la impunidad

- A 7 AÑOS DE LOS HECHOS DEL 17 DE JUNIO DE 2010 - Los responsables: Gobernador Saiz: Responsable político de los asesinatos, está libre y sin proceso. Ministro de seguridad Larreguy: Responsable político de los asesinatos, está libre y sin proceso. Los jefes de policía Cufré, Villanova, Hermosa, Veroíza y Carrizo procesados por homicidio culposo, están en libertad y sin fecha de juicio. Más de 12 policías que apretaron el gatillo procesados.

Bariloche: la postal de la impunidad

Las víctimas: Diego, iba a la escuela, tenía los ojos claros como su mamá, sus amigos decían que era muy fachero. Tenía 15 años. Lo fusiló la policía. Nino, su mamá le decía “Negro hermoso”, trabajaba con su papá, estaba de novio hacia 5 meses. Tenía 16 de años. Lo fusiló la policía. Sergio, trabajaba en el Llao Llao, amaba a Karina desde la adolescencia, tuvieron dos hijos, Mia y Agus. Eran felices. Tenía 29 años. Lo fusiló la policía.

Una y mil veces hemos denunciado que a nuestrxs pibxs los mató la policía y que cada vez que la complicidad judicial, política y económica les niega el derecho a la justicia, los vuelve a matar. Hoy, a siete años de los asesinatos, es imperiosamente necesario que toda la sociedad escuche de una vez por todas, la verdad de la historia.

La madrugada fría del 17 de junio de 2010, en “la Suiza argentina” la policía asesina fusiló a Diego, un pibe de barrio que tenía 15 años. El barrio estalla, luego de tantos años aguantando el atropello, la prepotencia, la provocación policial. El barrio estalla. La postal se manchó de sangre mientras los “buenos vecinos” cuidaban sus vidrieras.

Ante esto, el poder detrás de la postal se organizó rápidamente. A la reacción de dolor e indignación de pibxs y vecinxs tirando piedras respondió claramente con más de un centenar de efectivos armados de todas las fuerzas represivas de la ciudad, y se inició la cacería. Estaban dispuestos a matar y mataron. Y mataron a nuestros pibes. Cayó Nino, cayó Sergio, hirieron a muchos, persiguieron a todxs.

Con la luz verde del gobierno de turno, se instaló de hecho “el estado de sitio” en los barrios durante más de 48 horas y se ejecutó una brutal represión, al mejor estilo de la dictadura militar.

¿Qué hicimos entonces con el dolor, la bronca, la angustia, la sensación de desamparo ante un estado que ordenó y parte de una sociedad que legitimó el asesinato de sus jóvenes?

Nos organizamos para luchar. Si lxs familiares, Multisectorial, organizaciones y vecinxs movilizadxs no hubiéramos seguido reclamando e interviniendo en las diferentes instancias del proceso durante estos 7 años, hoy la causa estaría olvidada.

Después de mucho batallar, llegamos a este juicio, arrancándoselo a los poderes de turno. Por primera vez en la historia de Río Negro, altos funcionarios policiales serán juzgados ante la justicia y la comunidad por sus prácticas represivas.

Pero hoy nuestra expectativa por memoria, verdad y justicia ha sufrido un nuevo revés. Ante otro 17 sin justicia y con jueces claramente cómplices debemos denunciar otra dilación más.

Cuando esperábamos la fecha del juicio, nos encontramos con dos nuevas presentaciones de la defensa de los policías procesados. La primera tiene que ver con el pedido (ya desestimado anteriormente) de prescripción de la causa, al que se le vuelve a dar lugar definiéndose por una presentación escrita y no en audiencia oral y pública como se había anunciado. Al preguntar la razón, el juzgado responde que lo hará de esta manera porque tiene mucho trabajo, negándonos la posibilidad de estar presentes en el momento de la audiencia.

El segundo planteo de la defensa es más grave ya que tiene que ver con los procesamientos de Cufré, Villanova y Hermosa, la cúpula policial responsable de los hechos. También desestimado varias veces, es presentado ante el Superior Tribunal de Justicia, que no le da lugar, pero increíblemente le sugiere la posibilidad de presentarse ante la Corte Suprema, en un acto que no es habitual, y que les deja la puerta abierta a instancias impredecibles.

Recientemente, las declaraciones del gobernador Weretilneck con respecto a los crímenes del 17 de junio, ponen de manifiesto la connivencia del poder político con la mafia policial. El gobernador afirma que no hay pibes muertos desde el Estado desde que él asumió, frágil memoria tiene, desde la Multisectorial armamos el informe sobre los casos de muertes con la acción u omisión de la policía en la provincia y sólo en el gobierno de Weretilneck contabilizamos 12 asesinatos. Además queremos decirle que el negocio de la trata y del narcotráfico ha aumentado enormemente durante su mandato, como así también que a pesar de las tantas promesas de nueva policía, que desde el discurso fueran anunciadas, nunca dejaron de implementarse prácticas represivas especialmente dirigidas hacia lxs jóvenes desde la institución policial. También queremos decirle que ninguno de los delitos en los que ha estado implicada la policía, han sido resueltos. Nuevamente, sus palabras de llegar hasta las últimas consecuencias, son sólo una cortina de humo más. Efectivos claramente sospechados, son trasladados sin sanciones, conservando sus cargos, sin consecuencia alguna por sus acciones. Daniel Solano, Micaela Bravo, Natalia Báez, Lucas Muñoz, son sólo algunas de las tantas víctimas de esta red de impunidad.

Hoy más que nunca hacemos nuestras las palabras de Rodolfo Walsh: “El pueblo aprendió que estaba solo y que debía pelear por sí mismo y que de su propia entraña sacaría los medios, el silencio, la astucia y la fuerza”. Nos encontramos entonces entre muchos y muchas para reivindicar la potencialidad, escuchar, amplificar la voz de los que gritan pero pocos escuchan.

Sabemos que el sistema capitalista necesita este aparato judicial cómplice y este poder político servil al poder real que es el económico para perpetuar en el poder a la clase social que nos oprime, nos hambrea y mata a nuestros viejos y a nuestros pibxs. Y como este modelo sólo cierra con represión, necesita la maldita policía.

Este Estado “democrático”, es el que habilita y legitima la violencia institucional en todas sus formas construyendo un permiso social para apretar el gatillo contra los jóvenes, contra los trabajadores, contra los sectores populares, para criminalizar la protesta y la pobreza.

Pero también sabemos que la organización es el límite a tanta impunidad y que tenemos el deber y el derecho de imaginarnos y hacer un mundo distinto, un mundo más justo.

Para transformar la furia en creatividad. Romper prejuicios, conocer estrategias que permitan la superación de posiciones cerradas, superar la fragmentación de los que laburamos junto a pibxs, salirnos del egocentrismo, leernos en nuestros lugares y compartir experiencias que acompañen la construcción de un discurso sólido de las organizaciones.

Firman: Familiares y Multisectorial contra la Represión y la Impunidad en Bariloche y distintas agrupaciones.

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