Biblioteca virtual con más de 50.000 libros para no videntes

El Cordillerano dialogó con Rodrigo Sánchez, director de la carrera de Ingeniería en Telecomunicaciones de la Sede Andina de la Universidad Nacional de Río Negro para colaborar con la difusión de este servicio, proyecto que nació en nuestra ciudad y encontró una salida para llegar a todos los no videntes que lo quieran utilizar.

“Tiflonexos es una organización sin fines de lucro que tiene sede en Buenos Aires y se dedica a dar soporte técnico a personas con ceguera.”

Tiflolibros es la primera biblioteca digital para personas con discapacidad visual de habla hispana en formato libre, para que quien lo necesite pueda acceder a los textos ya sea desde una PC o desde dispositivos como teléfonos y tablets.

Sánchez acotó que “pueden ser dispositivos comunes en el mercado con sistema operativo Android, a los cuales se les instala una aplicación denominada Tiflolector, que está disponible para descargar en el Google Play Store y funciona de forma totalmente gratuita”.

La única condición es tener Certificado de Discapacidad porque para acceder a la biblioteca se solicita un usuario y contraseña que se entrega sólo a las personas que cuentan con dicho certificado.

El inicio

Las conversaciones con Tiflolibros y Tiflonexos comenzaron en el año 2013, “a partir de entonces se articularon varios proyectos: algunos de extensión denominados Teflotecnologías en Red que desarrollamos acá en la Sede Andina en colaboración con la Comisión Asesora para la Integración de Personas con Discapacidad de la UNRN, con la Escuela Especial Nº 19 y la Escuela Municipal de Arte La Llave, además de un proyecto de tecnologías para la inclusión social financiado por el MINCyT y desarrollado en colaboración con el Programa de Percepción, Participantes y Comunicación Pública de la Ciencia, Tecnología e Innovación del CITECDE (Centro de Estudios en Ciencia, Tecnología, Cultura y Desarrollo)”.

Todos esos proyectos complementaron la línea de dar soporte a las personas ciegas.

“La aplicación móvil es la más llamativa aunque son varias las actividades que se han venido realizando”, agregó Sánchez. La semana pasada estuvo Gustavo Ramírez en Bariloche, es una persona ciega de nacimiento, licenciado en Sistemas con un trabajo full time en su especialidad, trabaja en el Ministerio de Modernización y luego dedica su tiempo a Tiflolibros.

“Esta visita fue importante por su valor motivacional y educativo”, dijo el referente de la biblioteca. Se reunió con adultos con discapacidad visual en la Escuela de Arte La Llave y con niños con discapacidad visual y docentes en la Escuela Especial Nº 19. Además dio una charla abierta en la Sala de Prensa Municipal con buena convocatoria e intercambio con interesados en la temática.

Base del proyecto

Consultado acerca de los datos con los que cuentan con respecto a la cantidad de personas con discapacidad visual en nuestra ciudad, comentó que “hay estudios estadísticos hechos a nivel internacional que pueden tomarse como referencia, se piensa que entre el uno y el tres por ciento de los habitantes tienen problemas de visión, eso correspondería en Bariloche a por lo menos mil personas”.

En estas actividades que se han venido realizando, son pocas las personas que se han acercado en proporción a su potencial, “hemos tenido que hacer una búsqueda de forma artesanal, llamando por teléfono o yendo a sus casas, tomándonos un tiempo para explicarles de qué se trata, porque a veces la pérdida de visión también genera aislamiento social y eso es difícil de revertir”, agregó.

Hay mucho por hacer para que se conozcan los beneficios de estas nuevas herramientas.

Esta idea surgió conversando María Laura Lecuona y su hermano Pablo Lecuona (presidente de Tiflonexos), y con docentes y alumnos de la carrera de Ingeniería en Telecomunicaciones (Gustavo Ortíz, Jorge Angaut y Diego Cejas). “Vimos de qué manera podíamos potenciar conocimientos y capacidades para dar soluciones, como Tiflolibros ya contaba con el servicio por PC se pensó en complementarlo con dispositivos móviles, dado el auge que están teniendo”.

Cómo funciona

El servicio a través de una PC existía desde un tiempo atrás pero tenía algunas limitaciones. “Considerando que hoy hay más celulares que habitantes en nuestro país, es más simple que una persona ciega tenga acceso a un dispositivo propio o de un familiar y por tanto a una nueva forma del servicio. También puede ser a través de una tablet, e incluso sin necesidad de un costo mensual asociado al servicio de datos de internet, en cualquier café o lugar donde tengan Wi-Fi ya pueden acceder”. 

Se puede descargar la App al celular de manera totalmente gratuita, se ingresa la contraseña que previamente otorga Tiflolibros con el Certificado de Discapacidad y ya pueden acceder a la biblioteca. De ahí en más la contraseña estará asociada a ese dispositivo. La biblioteca cuenta con más de 50.000 textos, libros recreativos y educativos. Se da mucho soporte a colegios primarios y secundarios con información específica; además de literatura. “Existe una base de datos donde uno puede hacer búsquedas a través de un menú táctil o auditivo, ya sea por título, autor, género, etcétera, luego el libro se descarga y queda en una estantería del dispositivo”. Se pueden descargar tantos libros como la memoria del equipo lo permita e ir escuchando las lecturas en el momento deseado, pausarlas y retomarlas. Sánchez agregó que “también se puede seleccionar la velocidad de lectura, el género del lector y el tono de voz. Tiempo atrás las voces eran más artificiales, pero se ha avanzado mucho en ese aspecto, haciendo más agradable la experiencia”. 

Otro servicio disponible es el de los audios en formato MP3, los cuales sí tienen un costo ya que pueden ser copiados de manera indefinida a otros equipos.

Por cualquier consulta pueden comunicarse con la biblioteca Tiflolibros (http://www.tiflolibros.com.ar/), o bien acercarse a la Sede Andina de la UNRN.

Derechos de autor

El Tratado de Marrakech de carácter multilateral fue impulsado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), fue firmado en Marrakech, Marruecos, el 28 de junio de 2013 y entró en vigor el 30 de septiembre de 2016. Facilita el acceso a las obras publicadas en formato de textos escritos, a las personas ciegas, con discapacidad visual o con otras dificultades. Es el segundo tratado internacional ligado a la ciudad de Marrakech, además del Acuerdo de Marrakech establecido por la Organización Mundial de Comercio en 1994.

Se centra en las excepciones al derecho de autor para facilitar la creación de versiones de libros y otras obras protegidas que sean accesibles para personas con discapacidad visual. Establece una serie de normas para que los países que ratifiquen el tratado implementen excepciones de este tipo en sus legislaciones locales, tanto para la creación como la importación y exportación de dichos materiales.

Uno de los fundadores de Tiflolibros

Gustavo Ramírez ya había estado en nuestra ciudad hace mucho tiempo y se mostró muy conforme con esta visita reciente. Con respecto al servicio internacional de Tiflolibros explicó “cuando comenzamos éramos cientos y ahora ya somos casi siete mil usuarios, la mayoría de Argentina”.

“Cuesta mucho que los no videntes lleguen a este servicio, quizás por falta de información y desconocimiento, porque todos tenemos algún familiar o conocido con esa discapacidad”.