2.9ºc 
Fiscal y querellante piden ocho años de prisión por un homicidio
- DEFENSORA SOLICITO ABSOLUCION - En la jornada de ayer el tribunal de la Cámara Segunda del Crimen recibió los alegatos de las partes en el marco del juicio oral y público que le sigue a un joven acusado de ser el autor de una puñalada mortal que acabó con la vida de Sergio Sepúlveda, en el marco de una reunión de amigos, desarrollada en una vivienda del barrio San Francisco. Tanto la fiscalía como la querella pidieron el mínimo de la pena, ocho años de prisión. La defensora, solicitó la absolución por la duda.
El tribunal, integrado por Silvia Baquero Lazcano, César Lanfranchi y Edgardo Camperi, escuchó ayer los alegatos de las partes, en los que tanto la fiscalía a cargo de Guillermo Lista como la querella, a cargo de Rodolfo Rodrigo, coincidieron en señalar que las pruebas no dejaban margen de dudas y reclamaron la condena de ocho años de prisión para el joven imputado.
La defensora Natalia Araya, por su parte, bregó por la absolución por el beneficio de la duda de su pupilo, subrayando errores y contradicciones en los que incurrieron los testigos del hecho. Aunque subsidiariamente pidió al tribunal que en caso de aplicarle una condena, consideren la figura de homicidio en estado de emoción violenta, subrayando que su pupilo era perseguido desde semanas atrás del hecho, por parte del fallecido y su entorno.
Concretamente a Haneck, le atribuyeron el haber producido la muerte de Ariel Sergio Sepúlveda hecho que cometiera el día 16 de octubre de 2012 a las 02:10 aproximadamente, en circunstancias en que se desarrollaba una reunión de personas en el domicilio de Marcos Reinaldo Pacheco.
En tal circunstancia hallándose el imputado compartiendo una reunión de personas en la que se encontraban el dueño de casa, Marcos Reinaldo Pacheco y Sergio Sepúlveda, David Damián Rodriguez Guzmán, y Néstor Adrián Martinez Vázquez, se originó una discusión entre el acusado y Sergio Sepúlveda que derivó en que ambos dejaran la vivienda para salir a la vereda y tomarse a golpes de puño. Ya en el exterior de la vivienda se produjeron agresiones físicas recíprocas entre el acusado y Sepúlveda, y luego de finalizado el forcejeo, cuando éste se retiraba, el imputado extrajo un arma blanca tipo faca, de doble filo, con mango envuelto en trapo o cinta de color blanco, y, a pesar del aviso de ataque que le anunciara Pacheco a la víctima, el acusado logró lesionar a la víctima con el arma blanca en el abdomen. Trasladado al hospital zonal a fin de ser intervenido quirúrgicamente, Sepúlveda falleció el mismo día, 16 de octubre de 2012, a las 06:00, a consecuencia de un shock hemorrágico e hipovolémico. La conducta en que incurrió el imputado encuadra en el tipo penal de homicidio simple.
Durante la primera jornada del juicio, el acusado aceptó declarar ante el tribunal y reconoció que estuvo en el lugar del hecho y que mantuvo un altercado con la víctima, aunque dijo que se retiró del sitio sin haber visto lesionada a la víctima, enfatizando que lo habían acusado a él para cubrir al verdadero autor de la agresión que acabó con la vida de Sepúlveda. Tras una larga ronda de testimonios, en la que declararon todos los que aquella noche estaban en el lugar, se produjeron algunos careos porque existieron algunas contradicciones.
