Alberto Weretilneck planifica su política de seguridad y piensa en cambios de fondo para la fuerza. Analiza avanzar en la creación de “la Policía Judicial o algo similar, que asumiría las investigaciones y la política criminalística”.

Desde su entorno no desmienten reuniones informales para su conformación, pero aclaran que falta el nexo institucional con el Poder Judicial.

En una charla con el diario Río Negro, Weretilneck dijo que “Policía necesita mucha inversión y esa situación es parte de la falta de motivación. No sentirse protagonista. Sus pautas salariales no pueden ir atrás de los gremios. No significa su gremialización. Hay que entrar fuertemente a la normalización salarial”.

El senador nacional asumirá en poco más de dos meses su tercer mandato en Casa de Gobierno. Sabe que recibirá una Policía en crisis, que no tiene patrulleros ni personal calificado. En los últimos años, las oficinas se llenaron de personal de seguridad que pasó a realizar tareas administrativas. Es decir: policías preparados para combatir la inseguridad que dejan la calle para transformarse en oficinistas.

Pero qué es la Policía Judicial y cuáles serían sus funciones

Weretilneck piensa un sistema institucional especializado en la investigación de los delitos complejos.

Sería una unidad especializada dentro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado dirigida a la lucha contra la delincuencia y al servicio de los órganos que se encargan de liderar esa lucha, los tribunales penales y el Ministerio Fiscal. 
Weretilneck pretende armar un equipo de profesionales expertos en desentramar situaciones delictivas y capaces de diseñar y proponer soluciones efectivas.

Poner en marcha la Policía Judicial será un hecho novedoso. Lo relevante de este nuevo sistema radica en el establecimiento de las bases para la conformación de un sistema institucional de persecución penal de delitos complejos.