VISIONES DESDE BUENOS AIRES EN 1902
| 22/09/2023El Nahuel Huapi, “un fundo chileno”

Acuñó la expresión Federico Cibilis, quien fue director de Comercio e Industria en el Ministerio de Agricultura de la Nación. El funcionario estaba particularmente indignado con la presencia de Friedrich Hube en la región.
A principios del siglo XX, algunas de las autoridades nacionales consideraban que el área del Nahuel Huapi era “un fundo chileno”, a la vez que destacaban la importancia de tres caminos que vinculaban a la zona con Puerto Montt. Denunciaban que empresas de capitales alemanes contaban con subsidios del Gobierno trasandino para avanzar con infraestructura al Este de la cordillera, en un tráfico comercial que, según sus pareceres, beneficiaba exclusivamente a Chile.
“Concretándonos (sic) al lago Nahuel Huapi y a la rica y extensa región que lo circunda […] se ve claramente que los tres caminos que conducen a Chile, y en los cuales la Aduana o la Policía territorial no tiene aún establecida la vigilancia necesaria, convierten a esa región en un fundo chileno, estableciendo rápida y frecuente comunicación con el Pacífico, llevándole toda la producción regional y proveyendo a todos sus consumos en absoluto”.
El autor de la queja fue Federico Cibilis, quien en 1902 publicó un libro de título largo: “El lago Nahuel Huapi. Croquis del mismo y su región. Su navegación, su producción, su comercio y sus caminos dominados por Chile”. Utilizó la publicación como fuente Cristian Müller para su trabajo “Las colonizaciones del Nahuel Huapi. Patagonia-Argentina” (Edición del autor-2017). Para esa época, Cibilis era director de Comercio e Industria en el Ministerio de Agricultura de la Argentina.
Hay que tener presente que, por entonces, no estaba del todo dirimida la cuestión limítrofe. Quizás de ahí tanta enjundia. “Chile no solo abre caminos al Sud del Lago como el de Cochamo (sic) y otros, violando el protocolo de 1893, y el compromiso arbitral, penetrando al territorio argentino y construyendo a lo largo de ellos casas y refugios por docenas, que según la misma nota del perito chileno, General Martínez, ‘pueden ser de utilidad posterior para los colonos que podrían situarse en aquella parte, colocando en ellas familias y labradores por lo cual no serán pérdidas’, sino que subvenciona la línea de navegación a vapor y vela que tiene Hube en el lago Nahuel Huapi, y le acuerda una suma importante en pago del camino que ha abierto desde el término de esa navegación, Puerto Blest […] por la laguna Fría al río Peulla y Casa Pangue, negocio situado en Chile y propiedad de Hube, como lo es el de Puerto Blest y San Carlos en el mismo lago, a pesar de no tener concesión en propiedad o arrendamiento alguno”.
Recordemos que más allá de las preocupaciones por la presencia chilena de Cibilis, la sociedad Hube & Achelis era de capitales alemanes y de esa nacionalidad sus socios. Con ofuscación, el funcionario añadió en su texto que “Hube y sus agentes trajeron de Chile el vapor y los buques que navegan el lago; desde Puerto Blest hasta el lago de Todos los Santos, transitan el camino que han abierto, todo el año, con sus carros y catangas, vuelven a navegar en sus vapores ese lago hasta su extremo suroeste; de allí por tierra sigue su camino al lago Llanquihué (sic), que navega también hasta Puerto Varas en el mismo, y de allí bajan a Puerto Montt, que viene a ser el Punta Arenas de aquella región”, comparó.
La descripción del funcionario también sirve como esquema geográfico de la época. “Como sin duda el camino y trayecto recorrido por Hube y sus pasajeros y empleados, es poco recto y requiere varios trasbordos, se ha construido por Chile algo más al sur, el camino más directo de Cochamo, que partiendo del seno norte del Reloncaví y siguiendo el curso del río Cochamo, para por las cercanías del antiguo paso de Bariloche hasta el río Manso en territorio argentino”. Parajes que fueron noticia en las últimas semanas de intensas lluvias.
Para Cibilis, “estos dos caminos requieren autoridades aduaneras y militares, así como el del norte del Lago, abierto por los troperos y arrieros, y que pasando el paso obligado del arroyo Correntoso, entre el lago del mismo nombre y una de las prolongaciones del norte del Nahuel Huapi, se acerca al Rincón del Potrero, donde tiene Hube otra casa de comercio, y pasa a Chile al sur del cerro Mirador”. Groso modo, es el recorrido que sigue hoy la Ruta Nacional 231.
Según el director de Comercio e Industria, tales vías de comunicación y presencias empresariales, eran una afrenta para la jurisdicción nacional. “Toda la región, pues, del lago Nahuel Huapi, está convertida en un fundo chileno, su producción, su intercambio y su población, dominada por los tres caminos que conducen a Puerto Montt y al Oeste de la cordillera, y sustraída casi totalmente a la influencia argentina y sus autoridades”. Publicó su libro el mismo año en que fue reconocida la existencia formal de un pueblo al que se llamó San Carlos de Bariloche y que, llamativamente, no aparece en estos fragmentos de su encendido relato.