Según detallaron, se trata de los cuidadores de un campo cercano. Temen por sus vidas y piden a la fiscalía “que haga algo”. Se trata de un sector rural a 6 kilómetros del casco urbano de El Bolsón, caracterizado por el camping del río Azul y algunas chacras que albergan a unos pocos vecinos, además de varias residencias de descanso veraniego.

Una de las voceras, Cecilia Ezquerra Sofi, explicó que “más que hechos de inseguridad, tememos por nuestras vidas. Son dos hombres que están armados y nos increpan, sacan armas y hacen disparos, rompen nuestras cosas y atacan a nuestros hijos. Los tenemos individualizados y hay múltiples denuncias contra los cuidadores y los dueños de estos establecimientos”.

Agregó que, en su caso, “el problema empezó cuando compré la chacra. Observo que estos hombres cruzaban por mi lote, entonces los paró y les digo que no tenían servidumbre de paso. A partir de allí, comenzó una situación de violencia extrema hacia mi persona, incluso agrediéndome como mujer”.

Indicó que “jamás pude hablar con el dueño. Desde hace un año y medio estoy intentando acomodar situaciones con su apoderado. Me atendió muy bien, pero nunca dio respuesta a mis reclamos. De hecho, tengo filmaciones de estas personas rompiendo cosas, pasando por mi casa e incluso disparando”.

A su lado, Hernán González reveló que los agresores “son de acá, del pueblo, y vienen todos los días”, al tiempo que recordó que “nosotros nos criamos en este lugar. En mi caso, ocupo el campo que me dejó un antiguo poblador que ya falleció. Y de allí nace el problema con este señor: primero intentó un desalojo, pero ganamos el juicio. Como no me pudo sacar, puso a esta gente que amenaza a mi familia”. 

Según graficó, “tengo un nene de tres años al que llevó al jardín y corro peligro cuando vengo a dejarlo hasta la pasarela. Los encuentro por el camino y sacan armas de fuego. He radicado denuncias en la fiscalía, pero no han hecho nada. Incluso, un secuestro de armas que hubo ayer tiene que ver con estos hechos. Este individuo fue detenido por la Policía, pero lo largaron al otro día”.

“Además de seguridad para los pobladores, pedimos el desalojo de estos dos empleados, porque no podemos vivir tranquilos y a diario corremos peligro por los caminos. No queremos llegar a casos extremos al tener enfrentamientos con ellos”, insistió.

Cecilia Ezquerra Sofi recalcó que “tenemos pánico de lo que pueda pasarnos, porque han entrado a robar cosas y hasta han pintado grafitis. Tengo un hijo con síndrome de Asperger y me da miedo dejarlo solo. Cada vez que salimos, en el celular llevamos listo el número de la Policía para llamar si los vemos. La Justicia me otorgó una medida de restricción perimetral, pero por supuesto que no la cumplen. Cuando los encontramos, tratamos de esquivarlos porque nos atropellan”.

“Ahora estoy intentando una perimetral a la propiedad, porque se meten en mi campo y lo atraviesan, parece tierra de nadie”, acotó al portal Noticias del Bolsón.

Hernán González dijo que “somos pocos pobladores y nos llevamos bien, nunca tuvimos un problema de este tipo. Estamos viviendo una situación provocada por este vecino que no vive acá, solamente tiene algunas propiedades. Ha traído a esta gente que ha causado graves conflictos. Necesitamos respuestas del fiscal”, concluyó.