Los jueces Marcos Burgos, Romina Martini y Marcelo Álvarez Melinger hicieron lugar al pedido del fiscal Tomás Soto e impusieron una pena única de 11 años de prisión a Sandro Fabián Bonnefoi, tras sumar aritméticamente los montos de tres condenas previas, aunque una de ellas ya había sido cumplida.

La audiencia había comenzado la semana pasada con un fuerte cruce entre el defensor particular Jorge Pschunder y el fiscal Guillermo Lista, ante el reclamo de la defensa porque la primera de las condenas señaladas ya había sido cumplida, en virtud del tiempo que permaneció detenido Bonnefoi.

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En el año 2021, había sido condenado por un robo agravado por escalamiento en grado de tentativa. Más tarde, el mismo año, sumó una pena de ocho años de prisión por robo doblemente agravado: por el uso de arma blanca y por su comisión en poblado y en banda y finalmente en junio de 2023, recibió otro año de prisión por varios legajos en los que fue acusado por los delitos de robo simple y daño calificado.

La fiscalía había pedido unificar las tres condenas en la pena de 11 años de prisión, mientras el defensor se quejó airadamente al demostrar que la primera de las sentencias que señalaba la fiscalía, ya había sido cumplida. Ahora, tras nueva audiencia, el tribunal dispuso que el monto final de la unificación se establecía en once años de prisión pero solo a los efectos del cómputo de la pena y del avance del interno en el sistema progresivo del tratamiento penitenciario.

Bonnefoi, que cuenta con un largo historial delictivo, estuvo detenido y también prófugo en el último tiempo y con ello ya cumplió la primera condena de dos años de prisión que pesaba sobre él. No obstante, con la decisión de hoy, realizarán un nuevo cómputo de la pena y quedará establecido a partir de qué momento quedará en condiciones de empezar a gozar los beneficios que plantea el cumplimiento de una pena, como las salidas transitorias, libertad condicional.

El defensor Jorge Pschunder se volvió a quejar por la falta de atención de su asistido ante las condiciones de salud que padece y de los requerimientos sanitarios que tiene el sujeto que el Estado no está cumpliendo. Como en la anterior audiencia, Bonnefoi apareció en cámara con el rostro lastimado, producto de golpes que sufre al caer, cada vez que sufre un ataque de epilepsia.