ANALÍA ARPES EXPONE “LA REVOLUCIÓN” QUE VIVIÓ AL RASTREAR SUS RAÍCES

| 06/06/2023

Dibujos y telas para rearmar la “Memoria ancestral”

Dibujos y telas para rearmar la “Memoria ancestral”
Analía y su "grieta personal" junto a Luis Suero. Comparten trabajos en el Centro Cultural Cre-arte. Foto: Eugenia Neme.
Analía y su "grieta personal" junto a Luis Suero. Comparten trabajos en el Centro Cultural Cre-arte. Foto: Eugenia Neme.

La artista tradujo plásticamente el proceso que atravesó para dar con ancestros suyos de origen italiano y con el pueblo de donde tuvieron que salir, a mediados del siglo XIX. En la Bachmann hasta fines de junio.

El drama del desarraigo ante la emigración forzada, la búsqueda de las raíces y la reconstrucción de la identidad no son temáticas fáciles de expresar pictóricamente, pero es el cometido que asumió Analía Arpes para dar vida a “Memoria ancestral”. Llamativamente, la muestra se exhibió antes en Italia que en Bariloche, donde se inauguró la semana última y se podrá visitar hasta fines de junio en La Bachmann. Una historia común a muchas y muchos argentinos cuyos dolores no siempre se admiten y entonces, no sanan.

“Esta muestra representa mucho para mí, es muy sentida”, le dijo la expositora a El Cordillerano durante la apertura. “En 2013 empecé un proceso personal motivado por sacar la ciudadanía italiana y también, porque de muy pequeña Italia me apasionaba y recordaba los relatos de mi nona María, a quien siempre le pedía que me contara historias de su pueblo”, introdujo. “Cuando empecé a investigar, me metí en un mundo que me apasionó y me conecté con mi identidad, con mis raíces”.

Analía tuvo que hacer de historiadora. “Ya habían fallecido mi abuela y mi bisabuela, nadie se acordaba del pueblo, así que fue todo un proceso de investigación y de estudiar mucho para llegar a dar con ese pueblo”. La artista cumplió con su objetivo. “Logré ubicarlo, en 2015 viajé y para mí fue súper emotivo: Bagnara Calabra, a 20 kilómetros de Reggio Calabria. Yo tengo (ancestros) italianos de los dos lados, pero hasta ese momento, no lo sabía”, compartió.

En efecto, “cuando uno se mete en esto, empiezan a salir los secretos, las historias mal contadas y salen a la luz un montón de cosas”. Por ejemplo, “después de 150 años, salió a la luz que en realidad mi apellido es Arpe, sin s”. En el curso de sus indagaciones, la barilochense halló que “mi tatarabuelo también era italiano, vino en la primera ola de inmigración, a mediados de 1850”.

Claro que, en su caso, el asunto no se limitó a revolver viejos papeles o a hurgar en archivos públicos. “Como me dedico a la pintura hace muchos años, todo el proceso estuvo acompañado por el arte. Cuando fui al pueblo, en Italia, fue algo muy universal lo que sentí: el dolor del desarraigo de los que tuvieron que irse por el hambre, la guerra o la búsqueda de nuevas oportunidades. Para mí, fue algo muy fuerte”, insistió.

Por entonces, “ya estaba pintando algunas telas: esta es como mi grieta personal (señaló una de las obras), el meterme en bucear en el linaje familiar. Entonces, fui armando la muestra y en 2018 viajé de nuevo, llevé un proyecto, golpeé puertas, lo presenté en la municipalidad de Reggio Calabria, me lo aceptaron y en 2019 puse esta muestra, esta misma. Mi deseo era que primero fuera allá y así fue. Estuvo muy lindo”.

En términos plásticos, la reconstrucción se expresa en “dos lenguajes. Dibujos que yo pinto con tinta china y los nombres de las series indican qué muestran: Almas que deambulan, Ciudades abandonadas o Cartografías del deseo y después, las telas representan territorios. Por ejemplo, (vuelve a señalar) es Calabria, la provincia y cada capa representa a las generaciones, adonde pude llegar en mi investigación. Entonces, van a encontrar Calabria, Messina, Sicilia, la Liguria… Formas diferentes de representar los territorios”, sostuvo.

Detrás de la artista, uno de los territorios y sus capas. Foto: Eugenia Neme.

Cuando las mismas obras se mostraron en el país europeo, “me pasó de todo, porque en Italia hay mucha gente que le interesa saber qué fue de todos aquellos que migraron hace tanto tiempo. Fue muy fuerte: pasaron argentinos, brasileños y de otras nacionalidades que se conmovieron mucho, porque quién no tiene algún antepasado italiano, español o de la nacionalidad que sea. Esta muestra es un homenaje a los migrantes”, subrayó Analía.

Tamaño camino significó para la artista “una revolución muy grande”, compartió. “Después me dediqué a ayudar gente que quería sacar la ciudadanía, a encontrar sus papeles y su identidad, porque esto habla nada más y nada menos que de una identidad, individual y en mi caso, también familiar y colectiva, porque la Argentina un poco que se formó por italianos, españoles y muchos otros”, consideró.

El álbum. Foto: Eugenia Neme.

Además de las obras de su autoría en exposición, hay un álbum a un costado, que contiene fotografías en blanco y negro, testimonio gráfico de aquellos derroteros. “Representa eso, tiene no solo fotos de mi familia, sino también de amigos y conocidos que me mandaron, porque la gente se re entusiasmó, así que hay fotos de inmigrantes italianos, españoles, croatas, eslovenos y turcos. Representa la cuestión colectiva de la inmigración”, resaltó. Retazos de “Memoria ancestral”.

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