En el 2012 Rita Lee decidió no actuar más en vivo, "me retiro de los escenarios, de la música jamás”. Según sus propias palabras se sentía físicamente frágil. Hace unos tres años le detectaron cáncer de pulmón al que le puso Jair como sobrenombre. Esto no la doblegó, seguía activa con varios proyectos.

Ya había ganado varias luchas como cuando cayó unos 15 metros desde un balcón fracturándose la mandíbula en 1996, o cuando se internó en el 2006 para dejar los tranquilizantes y las drogas para siempre. Pero Jair reapareció hace unos meses. Rita Lee falleció a los 75 años.

Son muchos los que le rinden tributo a esta artista única y popular. En Brasil el presidente decretó tres días de luto.

Siempre vigente y rebelde, Rita Lee es sinónimo de un espíritu libre que no se doblegó ante nada. Las anécdotas son numerosas.

Hace diez años acusó en medio de un recital a los policías que custodiaban el espectáculo de agredir al público, los invitó a fumar un besadinho, se despachó contra el gobernador y su opositora, y terminó la noche presa por desacato a la autoridad.

En otra ocasión, en plena dictadura militar brasilera, en 1976, la detuvieron acusándola falsamente por consumir marihuana, lo que era mentira porque estaba cursando su primer embarazo y consciente de ello había dejado de consumir.

Hija de una italiana y un norteamericano, estudió en escuela francesa y de ahí su fluidez para hablar cuatro idiomas. Paulista, hincha de Corinthians, cantante, multiinstrumentista, hizo radio, trabajó en televisión, participó en películas, escribió libros infantiles. Grabó más de 30 discos con estilos que van desde el folk al punk, pasando por la psicodelia y la bossa, y de yapa un exquisito y memorable tributo a los Beatles (Bossa n’ Beatles).

Tuvo tres hijos, Beto, João y Antônio. Por sobre todas las cosas se consideraba feminista, superando todos los prejuicios de la industria musical e inspirando a varias generaciones de mujeres.

Y además, escribió su propio epitafio: “Nunca fue un buen ejemplo, pero era buena gente”.