Un joven de 21 años protagonizó el jueves pasado un hecho que alteró la tranquilidad del barrio 120 Viviendas. Hacía varios días que mostraba un comportamiento anormal y mientras su madre intentaba alimentar a las mascotas de la familia, la atacó con un cuchillo de cocina, tipo serruchito y le asestó cuatro puñaladas. La policía lo encontró semidesnudo poco después, sentado en el piso mirando un partido de fútbol en la cancha de Lera. Un juez de Garantías aceptó el pedido de la defensa y de la fiscalía y continuará internado hasta que se evalúe su salud mental.

La víctima del hecho, de 53 años, está estable pero siete días después de la agresión, su vida continúa en peligro. Una de las puñaladas lesionó el duodeno y generó una importante hemorragia que obligó a intervenirla quirúrgicamente.

El agresor, su hijo de 21 años, apenas minutos después del hecho fue detenido por personal de la subcomisaría 80, y alojado en un calabozo de la dependencia policial. Pero tras ser advertidos por los familiares sobre su estado mental, inmediatamente se dispuso su internación en el Hospital Zonal "Dr. Ramón Carrillo", bajo supervisión del área de Salud Mental.

En una audiencia que presidió el juez Juan Pablo Laurence, confirmó que el acusado continuará en ese lugar, en carácter de detenido con prisión preventiva, hasta tanto se evalúe su condición por parte de los profesionales.

El hecho que la fiscala Alejandra Bartolomé investiga, ocurrió el pasado jueves 23 marzo, alrededor de las 19, cuando en el interior de una vivienda del barrio 120 Viviendas, el joven intentó asesinar a su madre cuando la mujer le daba alimento a las mascotas. El agresor tomó un cuchillo de cocina, tipo serrucho y le asestó cuatro puntazos. Dos dieron en las manos y provocaron cortes, mientras que otro se dio en la zona toráxica y finalmente otro en la región abdominal. Esa herida le atravesó el duodeno y obligó a una intervención quirúrgica. En términos legales los médicos consideraron que se trata de lesiones de carácter gravísimo, ya que pusieron en riesgo la vida de la mujer, que aunque está estable ahora, sigue en peligro.

Una vez ocurrido el hecho, el agresor escapó por calle Namucurá en dirección Sur-Oeste y bordeó el arroyo Ñireco, para finalmente ser encontrado en la cancha de fútbol del Lera. El personal policial asentó en las actas que el imputado estaba semidesnudo, sentado en el suelo, observando un partido que allí se disputaba. Al ser requerido por los oficiales no ofreció resistencia y se entregó.

Mientras él escapaba, la madre malherida logró llamar al 911. Inmediatamente el personal de la 80 llegó al domicilio, en donde grabaron a la víctima tendida en el suelo, mientras señalaba que su hijo la había atacado y que hacía varios días que manifestaba alteraciones y cambios de conducta.

La calificación legal dada al hecho por la fiscalía es de tentativa de homicidio agravado por el vínculo y aunque la investigación del hecho todavía no pudo ser formalizada por la ausencia del acusado, quien según señalaron los médicos a la defensa, no se encuentra orientado en tiempo y espacio.

Como resultado de la audiencia judicial se estipuló que el involucrado permanezca al menos hasta el diez de abril internado preventivamente en el citado nosocomio, mientras es asistido y evaluado por el equipo completo de Salud Mental, a fin de determinar su condición. Ello implicó en lo procesal, que la audiencia de formulación de cargos quede suspendida momentáneamente, hasta tanto quede establecido si el sujeto puede enfrentar un proceso penal en su contra, tal como lo pidió el defensor oficial Nelson Vigueras.