El próximo 16 de abril habrá elecciones municipales en El Bolsón, coincidiendo con la provincial para la Gobernación.

El actual intendente, Bruno Pogliano, buscará un nuevo mandato por Juntos Somos Río Negro, con Agustín Guasco (actual secretario de Gobierno) como candidato compañero de fórmula, seguido por la licenciada Laura Rojas (actual secretaria de Desarrollo Social).

El jefe comunal está próximo a cumplir 8 años de gobierno, dentro de un proceso político que vale la pena analizar, ya que llama la atención el recorrido que se viene dando desde el 2015 hasta la fecha, donde se ha dado una importante trasformación en la ciudad, dando solución no solo a las necesidades más urgentes, sino también realizando obras históricas para El Bolsón.

Aunque desde ya, es válido pensar que dos mandatos tienen su desgaste y que el arco opositor podría aprovecharlo.

Sin embargo, lejos de esa posibilidad, es destacable ver como el sector más enfrentado al gobierno está dividido (quizás los kirchneristas más férreos), enfrentados unos con otros y pidiéndole al actual intendente Bruno Pogliano una foto juntos, para ver si logran obtener, por lo menos, un concejal, a través de la lista de adhesión al propio jefe comunal. Algo impensado, tiempo atrás.

Si bien es cierto que esa estrategia forma parte del “Gran acuerdo rionegrino” forjado entre los senadores Alberto Weretilneck y Martín Doñate, aunque no es menos cierto, que el peronismo de Bolsón en ocho años, no pudo o no supo construir un mejor candidato para competir por la Intendencia. Esto genera que hoy dependan de una lista de adhesión para llegar, aunque sea, al Concejo.

Por otra parte, un sector del PJ que se presenta a las elecciones, es el referenciado con el exlegislador Rubén Torres. Cristina González aparece como candidata a la Intendencia por “Vamos con Todos”, una escisión del Frente de Todos que hace cuatro años llegó a reunir apenas un 14% de los votos.

Lo que llamó la atención a propios y extraños, es que González apela a la doble candidatura, tanto al Ejecutivo como al Deliberante y esto generó críticas.

También aparece en el abanico de alternativas, la lista de Unión para la Victoria, otra escisión del peronismo, encabezada por Marcelo Barbeito (ex titular de Comercio, durante el gobierno de Ricardo “Kaleuche” García), secundado por Mario Scandizzo (exsecretario de Gobierno de García y exconcejal).

También aparece en el escenario electoral, el Movimiento por El Bolsón, que se ha presentado en varias oportunidades aunque lejos de conseguir sus expectativas. Repiten algunos postulantes y llevan a Anahí Pablo (una comerciante) como candidata a la Intendencia y a Reynaldo Rodríguez, presidiendo la lista de concejales.

Por otra parte, debuta en la escena política el partido Unidad Popular llevando a Yurka Barrionuevo en busca de la Intendencia y a Alejandra Ñanco como candidata a presidir el Concejo. Mientras que Cambia Río Negro sólo lleva una lista corta de aspirantes a concejales, dándole la espalda a referentes históricos de ese espacio y sin un candidato a la Intendencia. 

Mientras que tanto Nos Une Río Negro, la UCR y el PPR, llevan candidatos solo para el Concejo, con Bruno Pogliano a la cabeza como lista de adhesión.

Es decir, de diez listas que se presentan, cuatro acompañan a Pogliano, lo cual todo parece indicar que el éxito está asegurado considerando el alto nivel de aceptación de la gestión municipal y el escaso conocimiento de los candidatos opositores.

Se podría decir entonces que en este escenario, todos juegan para el actual intendente, por acción u omisión. Las razones son varias, pero principalmente por una gestión municipal de Juntos Somos Río Negro sin mucho para criticar y por la impericia propia de la oposición para construir un armado político que seduzca al electorado.