Corre por cuenta de Marina Estrella Sananes, que desplegará nada menos que seis funciones en diversos escenarios de Bariloche.

Entre jueves y domingo próximos, la actriz mendocina Marina Estrella Sananes desplegará una auténtica maratón de funciones con “Cuentan que cuento”, un “espectáculo unipersonal de narración escénica con máscaras y objetos”, según anticipó para El Cordillerano. La primera de las citas se pactó el 9 de febrero desde las 18 en Inefable Libros y Café (Bustillo 7.551). Desde entonces, la artista conducirá al público por “un recorrido a través de diferentes relatos que se van entrelazando con aparente independencia”.

En la propuesta, “envuelta en su capa mágica y acompañada de máscaras y objetos, la narradora se transforma en los personajes de cada historia. Realizando un viaje por cuentos zen japoneses, relatos populares tradicionales, cuentos propios e historias basadas en anécdotas”. Convoca a la gente a “enamorarse de las historias y a reapropiarse de sus propios relatos”.

En intercambio con el cronista, Marina añadió que quienes concurran “van a ver a una narradora que se transforma en los más diversos personajes a través de simples detalles. Utilizando una capa medieval, ella va construyendo distintos lugares, personajes y atmósferas. A su vez, el público comparte el protagonismo, porque se invita a participar, aportando a historias que se construyen entre todos a partir de la guía de la narradora. Y también se van a llevar algunas técnicas para inventar historias en casa”, detalló.

El espectáculo nunca es igual. “Para cada función elijo los cuentos que considero más apropiados para cada espacio y cada público. Así, existen tres versiones de Cuentan que cuento: una para público adulto, otra para público joven y adolescente, y otra para niños y familias. O, como me gusta decir a mí, para niños de 0 a 100 años”, bromeó. Dato a tener en cuenta, ya que son seis las funciones previstas en Bariloche.

Para desplegar el trabajo, “me valgo principalmente del lenguaje de la narración escénica, que suma a la narración oral diversos recursos teatrales para la creación de climas, personajes y lugares”, explicó la actriz. “Me transformo en los personajes de cada historia a través de gestos y voces. También me acompaño en algunos relatos con máscaras teatrales, construidas por mí misma, y con algunos elementos del teatro de objetos. La técnica de clown siempre está presente, ya que el espectáculo tiene una base muy firme sobre la cual improviso y modifico en relación a lo que se va generando con cada público”. Tampoco falta el humor.

En cuanto a los cuentos, avisó Marina: “Las temáticas son bien distintas en cada relato, pero cada uno nos deja algún aprendizaje sobre nosotros mismos y sobre las maneras de vincularse. Algunos provienen de tradiciones orales como el budismo zen, que invitan a reflexionar mucho sobre los cambios de la vida, sobre la transformación constante, y la importancia de fluir en la vida y aceptar”.

Por otro lado, “algunas historias hablan sobre mujeres que transgreden algunas reglas absurdas, como la princesa Sukimuki de María Elena Walsh; el relato popular Las bodas de lady Ragnell; o el cuento de mi autoría, Tía Aurora, capitana de las acequias. La historia más amada por el público es El flautista y los automóviles, una desopilante versión del autor italiano Gianni Rodari sobre aquel famoso cuento del flautista de Hamelin, que toca una temática socioambiental. Así que, un poco de todo y para todos los gustos”, invitó.

La visitante forma parte del grupo Quitapenas Teatro, espacio que comparte con Florencia Manino. La dupla “abarca el trabajo escénico y pedagógico de estas dos creadoras, licenciadas en Arte Dramático y profesoras de Teatro egresadas de la Universidad Nacional de Cuyo. Sus recorridos se entrelazan en relación al teatro físico, el teatro de máscaras, el humor y la vinculación entre el movimiento, la danza contemporánea, el contact improvisación y el tango”, dice una sinopsis del elenco.

Después de la función inaugural, el cronograma de “Cuentan que cuento” continuará el viernes (10 de febrero) a las 18 en la Biblioteca Aimé Painé (barrio Virgen Misionera). El sábado habrá dos funciones: a las 19 en la plaza Los Zorzales (barrio La Cascada) y a las 21 en la Casa Bachmann (Elflein 90). La propuesta de la mendocina se despedirá de Bariloche el domingo desde las 16, cuando se ofrezca en el Paseo El Conventillo, de Colonia Suiza. Bienvenida sea la maratón.