La entidad que en la ciudad agrupa a músicas y músicos, demandó marco laboral concreto, además de respeto a los derechos intelectuales y fonográficos.

Desde 2015 se estableció en la Argentina al 23 de enero como Día Nacional de la Persona Música, en coincidencia con la fecha en que nació, en 1950, Luis Alberto Spinetta. En sintonía con la conmemoración, la asociación civil que nuclea a los músicos, músicas y músiques de Bariloche, aprovechó para inquirir acerca del marco legal en que se desarrolla la actividad y también, sobre los derechos intelectuales y fonográficos que corresponden a les artistas.

Para MUEBA, se trata de “una jornada para conmemorar el nacimiento de uno de los mayores creadores de la canción argentina y celebrar a las músicas y los músicos de nuestro país”. Entonces, sumó “a esta celebración invitando a reflexionar sobre qué significa ser una persona música y como es el vínculo con su comunidad”. Comenzó con una suerte de estratagema.

“En esta época de hiperconectividad, donde el oráculo virtual nos da las respuestas a nuestras inquietudes, hicimos la prueba de preguntarle a la red qué significa ser una persona música. Esta es la primera respuesta que aparece en la pantalla: un músico/a es una persona con la habilidad de desenvolverse tocando algún instrumento, cantando como solista o siendo la voz principal en una agrupación, escribiendo partituras y dirigiendo una orquesta sinfónica; además, transmitiendo lo que el cerebro y corazón le dicten. Fin de la cita."

Para MUEBA, la precedente fue “una respuesta formal, correcta (¿?) y estática de una persona quieta en una habitación de un museo. Imaginamos a un guía del museo de la especie humana señalando: he aquí una persona música… Sin embargo, lo que resulta complejo es explicar lo vital e imprescindible que resulta la labor del músico/a en la vida cotidiana de nuestra sociedad y si esta importancia se corresponde al reconocimiento, en materia de derechos, que la sociedad le devuelve al artista”.

Afirmó la entidad que “nuestro día a día está absolutamente rodeado de música: en la radio, en el celular, en las redes, en la calle... Toda la vida tiene música, citando a Luis Alberto Spinetta. Canciones, ritmos y melodías que alguna persona creó, ejecutó, grabó y puso a disposición del público en alguna plataforma. Desde ese momento la labor del músico/a pasa a formar parte del entramado laboral de la sociedad”.

“Los zapateros hacen zapatos, las ingenieras diseñan satélites, los panaderos hacen bizcochitos de grasa y las personas músicas hacemos canciones, sinfonías, chacareras, óperas y reguetones”, ironizó MUEBA. “Entonces, aparecen un montón de factores que intervienen en las diferentes escenas: ¿cuál es el marco laboral/legal donde se desarrolla la actividad musical? ¿Cuáles son los derechos intelectuales y fonográficos que corresponden al artista?”.

Se trata de “preguntas que invitan a la reflexión y que desde el asociativismo de músicos y músicas intentamos aportar respuestas y generar nuevos interrogantes”. Entonces, afirmó que “desde nuestra asociación entendemos que es posible construir un escenario en donde la labor de los/las músicas esté presente en la matriz económica de nuestro querido Bariloche, generando trabajo genuino y posibilitando que el arte y la cultura aporte a los atractivos turísticos de nuestra ciudad”.

Añadió MUEBA que “a su vez, también es necesario crear instancias de formación superior en las artes musicales y apostar a que nuestros/as jóvenes profundicen en la construcción de nuestra identidad cultural. Por último, reforzamos nuestro mensaje de que es vital para una sociedad que intente transitar el camino de la paz y la diversidad, contar con centros culturales abiertos que cuenten con el apoyo y el acompañamiento del Estado. Entonces, sumando todos estos factores, esa definición de la persona música estaría completa”.