COLUMNA ABIERTA

| 09/01/2023

Awa Baguia: La lucha de una joven no vidente en Burkina Faso

Awa Baguia: La lucha de una joven no vidente en Burkina Faso

Burkina Faso es uno de los países más pobres y olvidados del planeta signado por la violencia yihadista. En ese país, Awa Baguia, una mujer no vidente, terminó sus estudios de Sociología y a los 37 años logró conseguir un puesto de funcionaria tras sortear un concurso y gracias a la ley de cupo para personas con discapacidad.

Durante la guerra civil se crio en Costa de Marfil. A los 18 años tuvo un glaucoma que tornó su vista borrosa, para luego perder la visión de un ojo. Fue entonces que la llevaron a Ghana donde le anticiparon que su enfermedad no tenía cura.

Empezó a sufrir discriminación en el aula, nadie quería sentarse junto a ella. También hubo quienes la ayudaron. Cuando quedó ciega de ambos ojos su madre la acompañó a aprender braille en un centro para personas invidentes. Luego de tres años terminó la secundaria y siguió con la universidad: “Quería demostrar que el hecho de ser ciega no te impide realizar tu sueño y que la universidad también puede abrirse a las personas invidentes”.

En ese ámbito aprendió a independizarse. Un compañero bien predispuesto, quien al principio la ayudaba, empezó a mostrar celos de otros estudiantes, comenzó a aislarla y hasta la amenazó.

Además, tuvo que lidiar con algunos profesores que no le facilitaban las cosas, ignorantes, subestimaban su capacidad de estudio. Cuando defendió su tesis los medios de comunicación se hicieron eco de su esfuerzo pero todo esto no le valió de nada al momento de buscar trabajo. La ignoraban.

Su tesis se titula “El proceso de inclusión de estudiantes con discapacidad visual en las universidades públicas de Ouagadougou”, en donde demuestra que quienes tienen la discapacidad deben adaptarse al sistema educativo y no al revés.

No es un sistema con inclusión, el estudiante es quien tiene que integrarse. No solo dentro de la universidad, sino también en todos los ámbitos de la sociedad, y que esto depende tanto de lo institucional como de la actitud de cada individuo.

En casa, ¿cómo estamos?

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