El conductor lleva once años junto a Soledad Rodríguez, con quien se casó en 2018. Los detalles de un amor que llegó a su vida cuando menos se lo esperaba.

Guido Kaczka es uno de los conductores que más popularidad ha ganado durante estos últimos años. Es reconocido por sus múltiples programas de entretenimiento familiar, sin embargo, más allá de su importante presencia, su vida privada siempre ha tenido un bajo perfil.

Poco se sabe de la relación e intimidad de Guido con Soledad Rodríguez, su esposa desde 2018. No porque lo oculte o tenga un problema con ello, sino porque no acostumbra a exponerlo y escapa de los aires mediáticos. Sin embargo, tiempo atrás dio una anécdota desopilante acerca de cómo se conocieron.

"A Sole la conocí en un after office en San Isidro. Yo estaba separado hacía casi un año. Era el momento en el que te empezás a divertir. Los que nos separamos lo sabemos. Hay un momento en que estás amargado y más cuando tenés hijos. Después todo se acomoda viniendo de buena gente. Y bueno, empecé a ir a boliches de nuevo como cuando era joven y fui a este after y vi a Sole. Me encantó físicamente. Estaba con tres amigos y les dije: ‘Me gusta ella’. Sole estaba con amigas y fuimos a hablarles", comenzó explicando.

Recordemos que Kaczka conoció a Soledad en 2011. Él ya venía de divorciarse de Florencia Bertotti, con quien tuvo a su primer hijo, Romeo. Y fue así que, sin esperarlo, coincidió con Rodríguez y le dio una nueva oportunidad al amor.

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Luego, sobre esa misma anécdota agregó: "Las alcanzamos con el auto. Yo tenía 33 y ella 26. Sole se sentó adelante. Justo ese día había estado mirando jardines de infantes con Flor (Bertotti) para anotar a Romeo. Y había unos folletos del jardín Sunshine desparramados por el auto. Pensé: ‘Uh, va a ver esto. Encima es re joven. Estoy muerto, no me salva ni trabajar en la tele’".

"Pero bueno, llegamos a la casa y le pedí teléfono. Me lo da. Yo estaba tan desesperado por conocerla que pensé: ‘Seguro no me dio su número real. Entonces apenas lo anoto, marco y suena. Ella busca en su bolso y atiende: ‘Hola’, dice. Y yo le contesto: ‘Me encantó conocerte’. Y ahí aflojó y se rió. Hice unos puntos ahí. Al otro día, al mediodía, le mandé un mensaje. Y me enganché enseguida. Fue el amor después del amor", confesó.

Por estas horas, mientras Guido dialogaba con una de sus concursantes en Los 8 escalones del millón, surgió una nueva anécdota de aquel momento. Consultándole a una joven por su tatuaje y el relato de amor en la que conoció a su pareja, el conductor encontró casualidades en ambas historias y eso dio pie a que cuente lo suyo.

"En realidad, ella sabía quién era, pero en la segunda, tercera salida, me dice 'mi cumpleaños lo hago tipo una fiesta ochentosa'. Y entonces me dice 'mirá las cosas que conseguí para la fiesta ochentosa'. Y me muestra un muñeco de He-man, un álbum de figuritas, estaba yo en la tapa. Claro, ella no sabía, pero estaba a upa de Julián Weich", lanzó con humor.

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