Pasaron casi veinte días del parlamento mapuche que se realizó en Bariloche, y todavía resuenan algunas cuestiones que tienen que ver con discusiones internas que trascendieron y se hicieron públicas, dejando en evidencia que la grieta también alcanza a los pueblos originarios.

Primero fueron los miembros de la lof Wiritray, de Villa Mascardi –opuesta a la Lafken Winkul Mapu, desalojada del paraje el 4 de octubre–, que previamente al encuentro habían expresado críticas a las autoridades de la Coordinadora del Parlamento del Pueblo Mapuche-Tehuelche de Río Negro y el Consejo de Desarrollo de Comunidades Indígenas (CoDeCi). 

Las duras opiniones se transmitieron en un par de comunicados. En uno de ellos, avisaban que no solo no concurrirían a la reunión en Bariloche, sino que tampoco reconocerían ningún documento que surgiera de allí.

De esa manera, el parlamento nacía bajo un ala de discusión.

Luego, otro hecho acrecentó esa sensación de división entre los mapuches.

El lonko (autoridad) de la comunidad Tequel Mapu, de Mallín Ahogado y El Bolsón, Alejandro Huenchupán, se retiró rápidamente del gimnasio municipal en el que se realizó el encuentro, tras haber sido cuestionado por los presentes (fueron las mujeres las que tomaron la voz cantante).

Se le recriminaba haber participado de los llamados banderazos contra la Lafken Winkul Mapu, especialmente aquel del que formó parte la exministra de Seguridad Patricia Bullrich, el 2 de octubre.

En el texto donde se vertieron las conclusiones a las que se llegó en la reunión, se incluyó un punto donde se indicó que distintas comunidades pidieron la expulsión del lonko del espacio de la Coordinadora del Parlamento, cuestión que será tratada en el próximo Füta Trawn (gran encuentro).

Pero Huenchupán no se quedó nada más que en el portazo que dio cuando se fue del gimnasio barilochense, porque luego cargó contra las organizaciones mapuches.

Sobre el CoDeCI, manifestó: “Estamos en cortocircuito”. Y, al referirse al werken (vocero) de la Coordinadora del Pueblo Mapuche-Tehuelche, Orlando Carriqueo, fue más allá y sostuvo: “Es un delincuente, una basura de persona”.

Carriqueo, por su parte, también dijo lo suyo y si bien trató de no darle mayor importancia a las palabras del lonko, sino que tuvo la intención de destacar otros temas tratados en el parlamento –en especial, la posición indígena contra los proyectos extractivos–, expresó: “En el encuentro, a Huenchupán le llovieron críticas desde distintas comunidades. Es un lonko que ha vendido parte de su territorio y no practica la espiritualidad”.

Como se dijo, parece que la grieta también alcanzó al pueblo mapuche.