En la actualidad, los teléfonos celulares forman parte de la vida cotidiana del ser humano. Pero su uso continuo puede tener diversos efectos en el cerebro.

El uso continuo de los teléfonos celulares tiene efectos positivos y negativos en el cuerpo, especialmente en el cerebro. Al mismo tiempo, facilitan el trabajo de la memoria humana, ya que no es necesario recordar las fechas de cumpleaños o los números de teléfono, porque el dispositivo puede avisarlo.

Cabe mencionar que algunas investigaciones hablaban de los peligros del uso excesivo de la tecnología para las habilidades cognitivas, pero los investigadores de la Escuela Universitaria de Londres comprobaron que esta afirmación no es tan cierta.

Celulares y cerebro: ¿Cómo fue el estudio?

Para hacer este estudio, los investigadores reclutaron a 158 voluntarios de entre 18 y 71 años y les ofrecieron jugar en una tablet o una computadora para desarrollar tres experimentos diferentes que detallaron en la revista científica Journal of Experimental Psychology: General.

De este modo, los test consistían en tratar de recordar una docena de círculos con números y su distribución en la pantalla. En algunos casos, podían utilizar un teléfono para memorizar la mitad y la otra parte tenían que recordarla.

En este sentido, uno de los descubrimientos fue que cuando los participantes usaban los dispositivos para guardar los recuerdos se priorizaban los más importantes y su acierto aumentaba hasta el 18%.

Entonces, los ensayos revelaron que guardar datos en un dispositivo no significa olvidar. "Nos encontramos con que el aparato ayudaba a recordar la información que habían guardado. Esto no es de extrañar, pero también descubrimos que el dispositivo mejoraba la memoria de las personas para la información que no habían guardado", aseguró Sam Gilbert, autor principal de la investigación.

Asimismo, las personas no perdieron la capacidad de memorizar sino que cambiaron sus elecciones. Al no tener la necesidad de recordar un número de teléfono, se pueden almacenar otros detalles, como nombres, direcciones o anécdotas con mayor claridad y precisión. "Los resultados demuestran que las herramientas de memoria externa funcionan, e incluso mejoran nuestra memoria para la información que nunca guardamos", terminó Gilbert.