Sally Yates fue fiscal general de los Estados Unidos y comandó una investigación independiente sobre la situación del fútbol femenino. Se entrevistaron a más de doscientas jugadoras de la Liga Nacional Femenina de Futbol (NWSL), alguna de ellas miembros del seleccionado nacional, para elaborar el informe.

El documento, de 172 páginas, indica abuso verbal y emocional sistemático, conducta sexual inapropiada (comentarios, insinuaciones y contacto coercitivo) por parte de entrenadores y directivos de distintos equipos. "Estamos hablando de una conducta sostenida, degradante y manipuladora que tenía que ver con el poder, no con mejorar el rendimiento de una jugadora" afirmó Yates. Las raíces de esto provienen de una cultura que normaliza este tipo de tratos. Además se demostró que quienes se quejaron por estos episodios recibieron represalias. Las autoridades por su parte no dieron una respuesta adecuada para abordarlo, ni hicieron nada para prevenir esta práctica, solo permanecieron en silencio.

La iniciativa la tuvo Cindy Parlow Cone, presidenta de la US Soccer (Federación de Fútbol de los Estados Unidos) desde el 2020, quien fuera jugadora de la selección. Ella está preocupada porque estas situaciones no se vuelvan a repetir. "Los hallazgos de esta investigación son desgarradores y profundamente preocupantes. El abuso descripto es imperdonable y no tiene lugar en ningún campo de juego, ni en ningún centro de entrenamiento o lugar de trabajo", comentó.