La hija de la modelo fue acusada por el comportamiento que tuvo con dos gatitas que adoptó hace un tiempo. Una de dichas mascotas murió, mientras que la otra encontró un nuevo hogar.

Paloma Ortega es la segunda hija que tuvo el matrimonio de Guillermina Valdés y Sebastián Ortega. La pareja puso punto final a su relación en 2011, pero en el tiempo que estuvieron juntos tuvieron tres hijos, ya sumando también a Dante y Helena.

Paloma viajó a Londres hace un tiempo, cumplió 20 años el pasado mes de agosto y frecuentemente recibe la visita de su madre Guillermina. La joven se encuentra en pareja con Ana Mir Bertone, la hija de Lalo Mir y Victoria Bertone.

Pero no todo parece ser color de rosa dentro de su vida, ya que por estas horas se situó en el centro de la polémica tras cuestionar el comportamiento que tuvo con dos gatitas que adoptó en ‘Patitas a salvo’, una agrupación que se encarga de rescatar animales, curarlos y conseguirles familia.

Esto se dio hace algunos meses, sin embargo la historia saltó ahora. La joven les dio hogar a estas dos tiernas mascotas antes de partir rumbo a Europa, pero con el viaje en cuestión ya no pudo hacerse cargo de ellas.

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Paloma hasta les había creado una cuenta de Instagram a las gatitas, llamadas Patty y Selma. El objetivo de esta cuenta era hacer un seguimiento del crecimiento y evolución de ambas, porque lo cierto es que son animales rescatados a los que se les busca un nuevo y cálido hogar. Eso sí, siempre con el fuerte compromiso de priorizar y velar por el bienestar de las mascotas que uno adopte.

Con este cambio de vida a Londres, la joven ya no podía hacerse cargo de sus gatitas y en primera medida le pidió a su hermano Dante que se hiciera cargo de ellas. Sin embargo, el músico tampoco podía cuidarlas y a los pocos días optó por devolverlas. Según cuentan, una de las gatitas terminó muriendo, mientras que la otra pudo encontrar amor en otro hogar.

El punto de inflexión pasó cuando el grupo 'Patitas a salvo', que en un primer momento se había mostrado muy feliz de esta adopción por duplicado pero luego se encontró con esta situación dolorosa. El hecho pasó por cómo recibieron de regreso a ambas gatas.

“Nos dijo que las iba a dar en adopción y tuvimos que recibir de urgencia a las gatas porque las iban a dar. Las dos estaban con un fuerte estado de estrés y una de ellas, que se encontraba más decaída, recibió atención médica inmediata pero lamentablemente falleció”, lamentaron las rescatistas.

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Aunque aclararon que Paloma se hizo cargo de las castraciones y algunos gastos más para la gatita que sobrevivió, a Selma tuvieron que ponerla nuevamente en adopción porque la joven no tuvo más interés en seguir colaborando con los gastos o buscarla. La asociación expuso incluso el chat que le envió. “Estamos muy tristes por esta situación y tener que llegar a esto”, detallaron.