Luis Ángel Díaz se declaró culpable días atrás. Hoy en audiencia de cesura, tras escuchar los alegatos de las partes respecto a la pena de prisión que le corresponde cumplir por el homicidio de quien se creía que era su hijo biológico, tuvo la oportunidad de dar su última palabra.

Había escuchado sin inmutarse los desgarradores relatos de tres testigos que pintaron a Santiago Arriagada como un joven maduro, comprometido y seguro de que el esfuerzo en el estudio, en el aprendizaje de un oficio, en valores solidarios, lo llevaría a superarse y ayudar a su madre.

"Yo acepté este juicio abreviado, como me aconsejaron los abogados, no estoy de acuerdo con lo que dijeron pero lo acepto, porque yo nunca, jamás me creí el padre", dijo tras ello y dijo haber sido extorsionado y recordó que "el único trato que tuve con él fueron 3 o 4 horas y nunca me trató de padre".

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Más adelante refirió: "Cada día estoy arrepentido porque está faltando una persona que tenía la vida por delante, claro que lo siento y quiero pedir perdón" y siguió "acepté y acepto lo que se ha tratado acá, con mucho arrepentimiento, con mucha frustración, porque hay cosas que no deberían haber pasado".

Enseguida volvió sobre el punto anterior y recordó: "A mí me estuvieron extorsionando durante 16 o 17 años" y rescató que lo ocurrido afianzó el vínculo con su pareja y con sus hijos.