JUICIO POR MICAELA BRAVO

| 29/06/2022

Luces forenses, manchas naranjas, jugo de naranja y balanceado para conejos

Luces forenses, manchas naranjas, jugo de naranja y balanceado para conejos
Foto de archivo. (Matías Garay)
Foto de archivo. (Matías Garay)

Este miércoles tuvo su continuidad el juicio oral y público que se sigue contra Angélica Paine, acusada de haber asesinado a Micaela Bravo en marzo de 2016. Fue el turno de especialistas en criminalística que explicaron el trabajo desarrollado con luces forenses, que permitieron realizar un cotejo y hallar algunas similitudes entre las manchas que levantaron de la ropa de la víctima y elementos hallados en el domicilio de la acusada.

Pedro Quilodran, trabaja en la Unidad Operativa de Criminalística del Ministerio Público Fiscal en Viedma y aportó las conclusiones de un trabajo que realizó en conjunto con Hernán Castillo y Karina Uribe, también miembros de la misma repartición que trabaja bajo las direcciones de la fiscalía.

Los jueces Marcos Burgos, Víctor Gangarrossa y Sergio Pichetto, pudieron seguir la extensa lección en el uso de luces forenses (Foster-Freeman) que dio Quilodran, como previa al desarrollo de la explicación de las tareas puntuales que realizó en el marco de la investigación por el crimen de Micaela Bravo.

Según detalló, el Ministerio Público provincial adquirió un kit completo de linternas que brindan luz de un amplio espectro electromagnético que permite observar cuestiones que a la luz del ojo humano son imperceptibles.

Su tarea y la del equipo de trabajo que también integraban Castillo y Uribe, consistió en la inspección de un trozo de nylon, calzado, remera, bombacha y pantalón de la víctima, con asistencia del maletín de linternas que proveen diversos tipos de luz para la búsqueda de muestras que puedan aportar a la investigación.

Describió que bajo las luces forenses encontraron muchos indicios que fueron recolectados: manchas, vegetación y pelos. El dato llamativo de esa pesquisa fue la aparición de manchas que bajo las luces forenses aparecían como naranjas, por lo que se recogieron muestras de los indicios y se las resguardó siguiendo los protocolos.

El especialista describió que la pericia fue realizada entre el 5 y el 6 de abril 2018, es decir exactamente a dos años del hallazgo del cadáver de Micaela Bravo.

En este punto, el relato de Quilodran es absolutamente coincidente con el testimonio de Hernán Castillo, que fue quien siguió en la lista de testigos que declararon ante el tribunal.

A pedido de la fiscalía, desarrollaron un cotejo con un pantalón tipo jean que aportó la fiscalía. Para ello se valieron de una serie de elementos que fueron dados por la propia fiscalía: jabón para lavar ropa marca Ala, jugo de naranja marca Citric, cemento Loma Negra y alimento balanceado para conejos.

Tras impregnar el pantalón aportado por la fiscalía con las sustancias mencionadas, esperaron un tiempo prudencial y realizaron sobre él una inspección con las luces forenses, determinando que especialmente las manchas de jugo Citric y de alimento balanceado, resultaban compatibles con las halladas en el pantalón de la víctima en cuanto a intensidad y tonalidad. Como conclusión del trabajo, los especialistas en criminalística elevaron un informe a la fiscalía en el que recomendaron la realización de una prueba biológica o química para determinar si la composición de esas manchas halladas en el pantalón de la víctima, eran efectivamente pertenecientes al jugo y al alimento de conejos, pero dijeron desconocer si la medida efectivamente se practicó.

A preguntas de la defensa, los especialistas no pudieron responder si en el universo existen otros elementos o sustancias que generen igual intensidad y tonalidad de luz, ante el uso de las linternas Foster y concluyeron que no existe un banco que contenga sustancias y el tipo de luminiscencia que provoca.

Además, siempre ante preguntas de la defensa de Angélica Paine, dijeron desconocer si el pantalón que utilizaron para el cotejo de las muestras había sido sometido a condiciones climáticas similares a las que pudo haber estado sometido el pantalón de Micaela.

En esa línea, también los testigos afirmaron que los cuatro elementos aportados para el cotejo de manchas habían sido seleccionados por la fiscalía, como así también el pantalón utilizado para el mismo, siendo el mismo de color gris y de otra marca distinta al que tenía Micaela el día que fue encontrado el cadáver y que además era rosado.

Otra parte de la tarea que la fiscalía oportunamente encomendó a los especialistas en criminalística, tuvo que ver con el cotejo y análisis de un carro que utilizaba Angélica Paine para transportar leña y otros elementos.

El mismo fue sometido a inspección con las mismas luces forenses y la pesquisa determinó la presencia de las mismas manchas de color anaranjado en la estructura del carro, en cables que formaban parte de su armado y restos de nylon que contenía.

Héctor Castillo aseguró que la conclusión de su trabajo era que existió una transferencia de las muestras recolectadas en el carro de la acusada al pantalón de la víctima, quedando implícito que Micaela fue trasladada en ese mismo carro al lugar en que fue hallado su cadáver. No obstante, ante las preguntas defensivas no pudo dar explicaciones sobre los criterios de investigación que eligieron contrastar cuatro elementos aportados por la fiscalía y por qué no se habían constatado esas manchas con elementos colectados en otros numerosos procedimientos en los que a diversas personas se les secuestraron elementos buscando pistas que ayuden a esclarecer el crimen.

El último en declarar durante la jornada de este miércoles fue el ingeniero David Baffoni, que también trabaja presidiendo la OITEL, organismo que depende del Ministerio Público Fiscal y trabaja en la investigación de telecomunicaciones. Su aporte asegura que el teléfono de Micaela Bravo se apagó el 23 de marzo de 2016 a las 14.45 y no volvió a encenderse.

La continuidad del juicio está prevista para hoy jueves. Está previsto que entre viernes y lunes se incorporen las últimas declaraciones testimoniales y luego habrá un cuarto intermedio de varios días para que las partes puedan elaborar sus alegatos de clausura, sobre el final de la semana próxima.

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