Cuando el fiscal Tomás Soto formulaba cargos contra Gutiérrez por las estafas reiteradas que le atribuyó y anunciaba una investigación que posiblemente sea más amplia y que podría involucrar a numerosos apellidos ilustres del ambiente del hampa local, mostraba lo que se iba a confirmar a través de un comunicado oficial emitido por Gendarmería Nacional: “Desbaratan organización dedicada a la venta fraudulenta de viviendas y estafas telefónicas”. Con la noticia instalada en los medios, comenzaron a aparecer nuevos damnificados para radicar denuncias en la fiscalía.

En las horas previas la cosa no había pasado desapercibida y motivó consultas hacia los funcionarios ligados a la investigación, pero prefirieron mantenerlo en reserva. Ahora la investigación está confirmada y aparecen nuevos hechos denunciados en las últimas horas que deberán confirmarse a partir de la producción de prueba que permite el plazo de la etapa penal preparatoria.

El único detenido que se anuncia en la comunicación de la Gendarmería Nacional, es ni más ni menos que Norberto Gutiérrez. Los demás, todavía no formalizados ni detenidos, podrían ser algunos de los nombres que reprodujo el fiscal Tomás Soto y repitieron los abogados querellantes del caso en el marco de la formulación de cargos que se desarrolló este jueves por la mañana en los tribunales locales.

Todo es parte de una minuciosa investigación que derivó en diversas tareas de inteligencia, intervenciones telefónicas, seguimientos y otras tantas pesquisas que fueron corriendo el telón de una aparente empresa organizada para delinquir, que obtuvo jugosos réditos en el último tiempo.

Tal vez la experiencia de los involucrados en el mundo del hampa, el soporte dinerario y su habilidad para esconderse, demoraron los avances investigativos. Pero finalmente, se concretó el allanamiento de doce inmuebles, entre los que se incluyen dos celdas de la Unidad Penal 3 de Bariloche, en los que lograron detener a Gutiérrez.

La investigación apunta a demostrar si las personas involucradas realizaban de manera organizada una serie de estafas simultáneas a nivel nacional y tendrían conexiones con el tráfico de estupefacientes.

Las maniobras desplegadas durante las últimas horas tienen que ver con la dificultad que habían tenido en la previa para encontrar a Gutiérrez, quien había mudado permanentemente su domicilio en el último tiempo y con seguridad recibió apoyo del resto de las personas que están ligadas a la investigación.

De hecho, a Gutiérrez le atribuyen haber mentido ante un tribunal en un juicio seguido a Fabio Bonnefoi. En la ocasión, Gutiérrez declaró bajo juramento que no conocía al sujeto que cumple varias condenas por robos agravados por el uso de armas. Sin embargo, las escuchas telefónicas revelaron su contacto frecuente con el detenido e incluso que le prestó asistencia fundamental para que se ocultara en una de las ocasiones en las que Bonnefoi logró evadirse.

En este punto cabe mencionar que dos de las celdas del Penal 3 en Bariloche fueron requisadas por Gendarmería Nacional, así como también viviendas del IPPV.

Las denuncias acumuladas contra Gutiérrez en el último tiempo derivaron en mensajes y situaciones que provocaron temor en los denunciantes, llegando al punto de que una de las víctimas tomara la decisión de alejarse de Bariloche y aún así mudar varias veces más su domicilio.

De acuerdo a los datos recabados por las autoridades en el marco de la investigación, Gutiérrez tenía permanentes contactos con personas a las que el fiscal Soto nombró con nombre y apellido durante la audiencia, recordando que en algunos de los hechos el acusado actuó en compañía de otros individuos.

Sus nombres aparecen como sospechosos de integrar esa organización, aunque ni siquiera están formalizados en alguno de los delitos que se investigan. Vale recordar que en la audiencia de este jueves Soto mencionó a Ezequiel “Jabalí” Cid y a su hermano Diego, al que se lo conoce por el apodo “Jabalí chico”, tal la trascendencia que tomó su hermano en el ambiente del hampa. Ambos son poseedores de un frondoso prontuario y situaciones de conflicto con la ley desde muy temprana edad. Otra mención se llevó el apellido Seguel, que ocupó también reiteradamente las portadas de los expedientes judiciales locales, de igual manera que Bonnefoi.