El mate es una infusión que argentinos y uruguayos discuten como propia.

Lo cierto es que Argentina es el principal productor y exportador de yerba.

Además, es el mayor consumidor en volúmenes absolutos.

Pero, si se toma el consumo per cápita, la cosa es distinta, porque ahí pasa al frente Uruguay, donde el promedio por persona da ocho kilos por cabeza al año, mientras que en suelo argentino ese número baja algo más de un kilo y medio.

Así, una postal típica del “paisito” vecino es observar a la gente con termo y mate en mano en todo momento.

Aunque, en cuestiones de publicidad, Argentina pasa a la delantera, y no solo por la identificación que se hace del país en el exterior con referencia a la yerba, sino que en los últimos tiempos surgió un “modelo” de promoción impensado: ¿qué otro sitio puede tener a un papa como embajador de una infusión? Francisco llegó incluso a hacer detener el papamóvil para tomar un mate al observar que un asistente a la Plaza de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano, se lo ofrecía.

Y toda esta divagación viene a cuenta de que en el Centro Cívico de Bariloche está Ariel Ramón Alonso, un uruguayo que cincela mates y los vende a turistas y locales.

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Pero, sobre la “paternidad” del mate, Ariel no dice nada… Hay cosas sobre las que es mejor no opinar… ¿para qué meterse en líos?