Los primeros conciertos se desarrollarán el miércoles próximo (25 de Mayo). La formación que dirige Martín Fraile contará con la participación de un destacado cellista búlgaro. Además, Leo Caracoche se presentará en Estación Araucanía.

Con cuatro conciertos, el miércoles 25 de Mayo dará comienzo otra edición del Festival Internacional de Música Bariloche (FIMBA), que se extenderá por cinco jornadas. En la primera, la afición tendrá la chance de disfrutar de la dupla Juan Carlos Baglietto – Lito Vitale en dos oportunidades; de Leopoldo Caracoche y del cellista Stanimir Todorov, quien compartirá escena con la Orquesta Filarmónica de Río Negro.

Por orden cronológico, la primera de las citas está prevista para las 19 en Teatro La Baita, con el espectáculo que sus protagonistas denominaron “30 años. Celebración”. Durante su desarrollo, los consagrados músicos se darán el gusto de tocar con sus respectivos hijos: Julián Baglietto en batería y Jano Vitale en bajo. Según se adelantó, “la lista de temas incluye canciones de todos los discos que hicieron en dúo, pero en renovadas versiones”.

Además, “no faltará el segmento dedicado a las versiones de tangos clásicos tocados y cantados a la manera de estos enormes y talentosos artistas populares argentinos”, destacó la producción del FIMBA. “Obvio que además de los tangos habrá clásicos rosarinos, emblemáticas canciones de nuestro folclore, un momento instrumental con nueva versión de Ese amigo del alma, clásico del multifacético Vitale”.

También estará presente en los shows barilochenses de la dupla “Piedra y camino, de don Atahualpa, canción en la que Baglietto llega a ese clímax de fervor, emoción, entrega y ese virtuosismo vocal al que no nos podemos acostumbrar”, juzgaron las y los organizadores. Desde las 22.30, en el mismo recinto, Baglietto y Vitale renovarán su propuesta. Las entradas serán gratuitas, aunque todavía rigen aforos. Ya se pueden obtener a través de la página web del FIMBA.

También en la fecha patria, pero en Estación Araucanía y desde las 19, tendrá su momento Leopoldo Caracoche, para poner de relieve la música que se hace en Bariloche. El cantautor contará con Carlos Aguirre como músico invitado. “Las composiciones de este músico barilochense suelen ser descriptivas de distintos aspectos de la vida en el sur, en donde conviven imponentes paisajes y formas sutiles de la existencia, que tornan en metáforas a través de las letras de las canciones”, invita el festival.

“Algunas descriptivas, otras con carácter existencialista, pero todas dirigidas a rescatar la capacidad de observar y aprender del entorno, la naturaleza y la sabiduría ancestral. Canciones de raíz folclórica de la Argentina, no tradicional, que por momentos se acerca a otras sonoridades devenidas del jazz, el rock, o las músicas folclóricas de Latinoamérica”, describe la información.

Aún el próximo miércoles, pero en la Catedral desde las 21.30, se podrá disfrutar de un repertorio conformado por obras de “Pärt, Dvorak, Sivak” y, de hecho, así se titula el concierto. Estará a cargo del cellista búlgaro Stanimir Todorov y de la Orquesta Filarmónica de Río Negro, bajo la batuta de su director, Martín Fraile. El músico tiene una sólida formación que comenzó en Sofía, la capital de su país de origen.

En 1991, obtuvo una beca en la Academia Internacional de Música Menuhin (IMMA) en Gstaad (Suiza). Al graduarse allí y en el Conservatorio Europeo de Música de París, fue asistente del profesor Aldulescu en la IMMA y se unió a la Camerata Lysy Gstaad como primer violonchelo. También fue profesor del Conservatorio Real de Música de Copenhague (Dinamarca), del Conservatorio Musical de Malmö (Suecia) y de la propia IMMA.

En 1994 fue laureado en la Competencia Internacional Rostropovich (París), donde obtuvo un premio especial a la mejor interpretación por una obra de Alfred Schnittke. También ocupó el primer pupitre de las orquestas de Radio Nacional Danesa y de la Suisse Romande. Fue primer violonchelo de la Orquesta Filarmónica de Montecarlo y desde 2009, integra la Orquesta Estable del Teatro Colón. Todo un lujo que permite el FIMBA.