El hijo de Ricardo Fort volvió al país y fue abordado por distintos periodistas en el Aeropuerto de Ezeiza. Allí, respondió a todas las preguntas que le hicieron, entre ellas qué va a pasar con la empresa familiar y qué planes tiene para las golosinas que producen.

“¿Te venís a reunir con la empresa?”, le consultaron. Felipe respondió escueto pero seguro: “Sí, ahí quiero estar”. Además, compartió las nuevas ideas que busca implementar en la compañía. “Quiero hacer el Marroc más grande y hacer un Dos Corazones... En realidad, una golosina al estilo Dos Corazones, pero con frases de Ricky”, exclamó, en referencia a los dichos de su padre, que ya se volvieron conocidos por todos.

También explicó que viene charlando estos temas con su familia, y que para algunas tiene el visto bueno, pero “para otras no”. En esa línea admitió: “Y... para el chocolate de Ricky está complicado, pero lo del Marroc va más encaminado”.

Por otro lado, contó que su vuelta a la Argentina estuvo condicionada por sus familiares, que le reclamaron que estuviera en Buenos Aires para empezar a asumir responsabilidades en el negocio. “Eso fue complicado... Los llamé y les dije que me quería quedar unos días más (en Miami), pero me dijeron que no. Y al final, me terminaron diciendo que sí, porque soy medio gede. Querían que vuelva porque tengo cosas que hacer acá”, sostuvo.

Asimismo, hizo referencia a los dichos de su primo Thomas, quien les sugirió a él y a su hermana Marta que estudien. “La realidad es que no tengo ningún estudio, estoy estudiando. No he terminado nada. Así que, en cierto punto, tiene razón”, reconoció el joven.