Bajo una leve llovizna que parecía bendecir el encuentro, finalmente aquello que se decía por lo bajo, en referencia al descontento de los brigadistas que combaten el fuego en la zona de los lagos Martin y Steffen, se hizo público en una asamblea realizada al aire libre, junto a las instalaciones de la seccional de guardaparques de Villegas, una vez que los combatientes regresaron de su labor diaria, y bajo la convocatoria de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), decidieron llevar adelante un reclamo concreto de la presencia en el lugar el jueves del ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, o bien del viceministro del área, Sergio Federovisky, y del presidente de la Administración de Parques Nacionales, Lautaro Erratchú, con una solución a tres puntos que consideran fundamentales: que se determine su tarea como trabajo de alto riesgo, la jubilación anticipada y el pase a planta permanente. En caso de que eso no suceda, están decididos a cortar -de manera intermitente- la Ruta 40 en ese sector donde se encuentran desarrollando funciones.

Cabe recalcar que el pedido está respaldado por trabajadores de Parques Nacionales, el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, y también del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales de Río Negro (SPLIF), que si bien en varias cuestiones no se ven afectados como sus pares dependientes de Nación, por solidaridad, y también porque el tema jubilatorio les es de su incumbencia, ya que se trata de algo que los favorecería, decidieron acompañar la medida.

Asimismo, un grupo importante de vecinos de la zona apoyó la solicitud de los brigadistas, debido a que ellos mismos dijeron verse afectados por estar desde hace más de cuarenta días llevando adelante tareas con las que acompañan a los combatientes, sin haber sido asistidos de ningún modo, en especial en lo que a ropa se refiere, teniendo que recurrir a elementos que provienen de la buena voluntad de los ciudadanos a través de donaciones.

En cuanto al requerimiento elevado a las autoridades, si bien se centra en los tres puntos descriptos, estuvo acompañado verbalmente de una larga lista de lo que se consideran falencias: desde la hoy famosa milanesa cruda hasta la carencia de vestimenta adecuada, que, según indicaron, no llegó -al menos en su totalidad-, contrariamente a lo dicho días atrás por los funcionarios nacionales.

En lo que hace al modo de manifestar el descontento, se aclaró que el corte de ruta de ninguna manera sería total, sino que se llevaría a cabo de manera intermitente para que los conductores pudieran transitar de uno y otro lado, pero enterándose de cuál es la situación de aquellos que todos los días están enfrentando a las llamas para calmar un incendio que no da tregua.

Además, deslizaron la posibilidad de que, si las condiciones climáticas impiden desarrollar con normalidad sus funciones el jueves, la queja se traslade al corazón de Bariloche, quizá frente a la sede de la Intendencia del Parque Nacional Nahuel Huapi, en San Martín 24.